Esta nueva entrada del blog de Amigos del Patrimonio de Villamuriel va dirigida a dos importantes elementos sonoros y vivos de la iglesia de Santa María la Mayor de Villamuriel de Cerrato: el reloj y las campanas de su torre, ahora, programados automáticamente y en consecuencia, muy limitados en sus valores y mecanismos originales pero que cumplen su función de ser voz para la comunidad.
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Campanario de la iglesia Santa María la Mayor de Villamuriel |
EL RELOJ
Consideraciones generales:
El reloj es el instrumento capaz de medir el tiempo natural (días, años...) en unidades convencionales (horas, minutos o segundos). A lo largo del tiempo aparecieron los relojes de sol o los relojes de arena, pero estos relojes eran instrumentos muy rudimentarios para calcular el tiempo, que durante siglos estuvo en manos de la iglesia a través de las horas canónicas y los toques de las campanas. Con los progresos y la aparición del reloj en las ciudades, se inventaron relojes grandes, que se colocaban en lo alto de las torres y campanarios de los pueblos y ciudades para que los ciudadanos tuviesen conocimiento de la hora del día. Estos relojes eran conectados a una campana grande y sonora, que iba indicando las horas y cuartos de hora. Durante los siglos XIV y XV aparecen los relojes mecánicos en Europa.
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Maquinaria y detalle del Antiguo reloj |
En el siglo XVIII se realizaron muchas reformas en la iglesia de Villamuriel y por importancia:
Se instalaron seis nuevos retablos de los que se conservan cinco en la actualidad.
Se encargó un órgano
Se instaló un reloj en la torre
Se colocó la campana grande de nombre "María"
Todo ello supuso un gasto de 80.000 reales, costeado en gran parte por la propia iglesia, pero con la aportación, para alguna de las obras, del obispado y el Concejo de la villa.
El último reloj mecánico (anterior al eléctrico actual) se instaló en la iglesia Santa María la Mayor entre 1787 y 1789 obra del maestro relojero, Juan José Casajús. Su coste ascendió a 10.477 reales (952 ducados y 5 reales)
La mayor cuantía (9.226 reales) se destinó para pagar al relojero y los materiales. El resto, en pagos a Tomás García, dorador, José Hernández, albañil y Pedro Sánchez, cordelero. El coste fue asumido por la fábrica de la iglesia (6.617 rs) y el Concejo de la villa (3.860 rs).
LAS CAMPANAS
Consideraciones generales:
Todas las iglesias de los pueblos y ciudades disponían de campanas. Considerado un elemento primordial tanto para marcar los actos religiosos como los derivados de la vida civil.
En la actualidad las funciones de las campanas son litúrgicas y horarias, bien conocidas por los vecinos por su sonido, tamaño o nombre.
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Campanas en la torre |
La "MARÍA", campana grande de la iglesia de Villamuriel se instaló en la torre avanzado el siglo XVIII (entre 1787 y 1789) pero fue vendida a mediados del s. XX sin que nada más se supiera de ella. Su autor, el maestro campanero Alejandro Ballesteros, que cobró 2.938 reales. Por otros trabajos complementarios se pagaron 822 reales e intervinieron en el proceso, Justo y Andrés Villameriel (carreteros), Santiago Padilla (transporte de materiales), Pedro Sánchez (cordelero) y Tomasa Meneses (cedió el corral donde se fundió la campana).
La mayor parte del dinero salió de los ingresos de la fábrica de la iglesia, ya que el Concejo de la villa sólo aportó 250 reales.
(Datos tomados
del Libro de Cuentas de Fábrica, nº 3
de Santa Mª la Mayor de
Villamuriel)
NOTA: Los textos y fotografías han sido aportados por Zacarías Díez, miembro de APV
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