domingo, 29 de diciembre de 2019

AÑOS DE SEQUÍA EN VILLAMURIEL Y PALENCIA - 2ª PARTE


LAS SEQUÍAS EN VILLAMURIEL 

Y PALENCIA EN LOS SS.  XX Y XXI



1.-  INTRODUCCIÓN 


En el s. XX hubo varias sequías, pero la más intensa fue la de 1945, que vino acompañada de otros fenómenos meteorológicos desfavorables (invierno muy frío, heladas tardías) y además coincidió con los años difíciles de la posguerra española, años de escasez y racionamiento de todo tipo de productos para la población española.
El proceso de esta sequía tan severa lo voy a seguir a través de las noticias del Diario Palentino de dicho año, ya que apareció con frecuencia en las páginas del periódico.
Acompañaré el artículo con  datos meteorológicos de Valladolid, Venta de Baños y Villamuriel.

Ya en el siglo actual, la última sequía se ha producido este mismo año, 2019, como se ha recogido en los diversos medios de comunicación, lo que ha originado una reducción importante en las cosechas en la zona centro y sur de Palencia y en otras provincias de Castilla y León.
Esta sequía viene a sumarse a otra anterior, pero muy cercana, la de 2017.

2.-  LA SEQUÍA DE 1905


A.-  LOS FACTORES METEOROLÓGICOS


Según los datos suministrados por AEMET, en Valladolid llovió muy poco en invierno (45 litros), pero las lluvias fueron más generosas en abril, mayo y junio (140 litros), probablemente debido a tormentas locales, acompañado de temperaturas frías en invierno (temperaturas medias por debajo de 5º) y frescas en primavera (temperaturas medias entre 9 y 12º).



De Palencia, AEMET no  dispone de los datos meteorológicos de 1905, pero el periódico local, Diario Palentino, hablaba de invierno frío y seco y de primavera con vientos y tempestades secas y con lluvias escasas hasta el mes de junio.

B.-  SU  DESARROLLO EN LA PRENSA DE PALENCIA


El Diario Palentino ya se hacía eco en febrero del desasosiego e inquietud de los agricultores por las adversas condiciones meteorológicas que estaban perjudicando a los cultivos en la región castellana y en el resto de España.
Decía el artículo: “No llueve. Tenemos muchos hielos.  Los campos están buenos, pero las heladas han hecho perder muchas plantas. Los labradores continúan arrastrando las tristezas por el suelo helado y seco…”

Un mes más tarde, en marzo, en el D. Palentino aparecía un titular muy claro: “¡NO LLUEVE! ES UNA GRAN DESGRACIA LA QUE SE CIERNE SOBRE ESTA PROVINCIA”.
Y en el artículo se ampliaba la preocupación: “Creíamos que con los 17 años de abundantes lluvias, desde 1885 a 1902, se había borrado el dicho de Palencia provincia seca o que padece grandes sequías….  Pero no es así: el año 1902 comenzó la sequía, se acentuó en 1903 y, con el paréntesis del año pasado, ha vuelto la escasez en el año que estamos….”    “Comenzó a llover en septiembre y octubre de 1904, a veces demasiado, lo que ocasionó grandes pérdidas. Después, nada, simulacro de lluvias, 4 gotas”.
Estamos en marzo, la llave del año.  Si no llueve en esta 1ª quincena, las sementeras están perdidas.  Hasta ahora no hemos recibido más que vientos y tempestades secas. ¡Ni una gota de agua!”

En mayo, el periódico volvía a insistir en la mala cosecha por la falta de lluvias. Además hablaba de las grandes pérdidas producidas por las heladas de los 3 años anteriores, heladas sufridas a mediados de mayo, que afectaron al viñedo, árboles frutales y otras plantas y lanzaba un reto a los agricultores para que averiguasen las causas de los fenómenos meteorológicos y pensasen que hay medios para evitarlas, como estaban haciendo en la vecina e ilustrada Francia para combatir las heladas, las sequías, las enfermedades de los cultivos y así asegurar o aumentar la producción de sus campos.



DIARIO PALENTINO (11-3-1905)

Pero a principios de junio, como señala el periódico El Día de Palencia, “cuando ya se consideraba perdida la cosecha y agostados los sembrados por falta de lluvias, sin trabajo el obrero, que abandonaba su casa y su pueblo para buscar  trabajo y pan para sus hijos en otras regiones, en donde no se sintiera tanto los efectos del hambre y de la miseria”, llegó la benéfica lluvia durante varios días (entre el 8 y el 13) y se regaron los campos.
Y sigue diciendo “los labradores ya respiran, pues ven que los sembrados mejoran  muchísimo y consideran asegurada la cosecha, con lo que  las negruras del hambre y de la miseria han desaparecido para trocarse en júbilo inmenso”.

En pueblos como Becerril de Campos o Saldaña atribuyeron la llegada de la lluvia a un milagro obrado por el Cristo de San Felices o  la Virgen del Valle, a los que habían sacado de sus ermitas para llevarlos en procesión-rogativa a las parroquias de los pueblos respectivos para celebrar novenas en demanda de la lluvia.
Dice El Día de Palencia sobre la procesión en Becerril: “Impresión grande producía ver aquella procesión con 3.000 almas, de todas las edades y clases sociales, grandes y chicos, pobres y ricos.  Todos con el dolor en el alma y muchos con lágrimas en los ojos rezaban, implorando del Cristo el beneficio inmediato de las aguas”.
Y termina diciendo: “Con el milagro obrado por el Cristo el pueblo se encuentra satisfecho.  El próximo domingo será la Misa de gracias, ejecutada a toda orquesta. Y el lunes la imagen del Cristo será llevada a la ermita y, como nos ha concedido el bien que se pedía, se proyecta llevarlo con danzas y otros festejos”.

C.-  LAS CONSECUENCIAS DEMOGRÁFICAS DE LA SEQUÍA 


La sequía y regular  cosecha de 1905 no se reflejó en la mortalidad de dicho año y del siguiente en Villamuriel, ya que las defunciones de dichos años fueron 35 y 22 personas, respectivamente, bastante inferiores a las de 1904 (47 personas).
En estos años, la mayor mortalidad se concentró en los niños menores de 5 años, con más de la mitad de la mortalidad total, como era habitual en esas fechas.



En cuanto  a las enfermedades causantes de las muertes: en 1904 destacan el sarampión y las del aparato respiratorio; en 1905 sobresalen, en el caso de los niños, el sarampión y las del aparato digestivo, y en el caso de los adultos, la gripe y las del aparato respiratorio; y en 1906, en los niños, las del aparato digestivo, y en los adultos, las del respiratorio.


3.-  LA SEQUÍA DE 1945


A.-  LOS FACTORES METEOROLÓGICOS

La evolución del tiempo en 1945 fue mucho más desastrosa  que la de 1905: el año empezó con mucho frío y nevadas, luego la primavera y el verano fueron extremadamente secos y cálidos y para remate en mayo se produjo una helada tardía fuerte.

En la serie de datos de Palencia, suministrados por AEMET, se puede comprobar que las lluvias fueron muy escasas durante la mayor parte de los meses (a excepción de los meses finales del año), con un total anual de 328 l/m2 (1/4 menos que en un año medio).  Las temperaturas medias mensuales fueron algo más altas de lo normal casi todos los meses, excepto enero, que tuvo una media muy baja (sólo  0,2º), y mayo, con una temperatura media solo templada (15,6º).




En los datos de temperaturas de Venta de Baños se puede ver con detalle las bajísimas temperaturas diarias del mes de enero, con más de 20 días seguidos helando, y las temperaturas algo altas de los meses de primavera.




La gráfica de precipitaciones de Villamuriel de 1945 nos muestra que fue un año muy seco, con solo 240 litros de lluvia (apenas se pasó de la mitad de las lluvias medias de la zona), sobre todo en la primavera y el verano,  Sólo llovió de forma moderada en los meses finales del año (en esos meses se recogieron la mitad de las lluvias de todo el año).

B.-  LA OLA DE FRÍO Y LAS NEVADAS DEL INVIERNO


De la ola de  frío intenso y las nevadas informaba el Diario Palentino:
Así a mediados de enero decía: “Este ha sido el invierno más crudo desde hace muchos años” “En la meseta castellana nieva de manera desconocida por su intensidad hasta ahora”. “Ayer, día 16, las temperaturas fueron extraordinariamente bajas: -12º en Palencia y Segovia y cerca de -10º en las restantes provincias castellanas”.     Elas zonas llanas de la meseta (como Tierra de Campos) el frío fue intenso, pero no cayó demasiada nieve.


   DIARIO PALENTINO (17-1-1945)
               

C.-  LA FUERTE HELADA DEL 2 DE MAYO


De la terrible helada del 2 de mayo se hacía eco el periódico en los días siguientes:
El  periódico del 5 de mayo  escribía que “Las heladas de los últimos días han provocado graves daños en los viñedos y en los frutales en toda la provincia. Pocos han sido los predios que se han salvado.  Además han influido mucho los excesivos calores de los meses anteriores y sobre todo de los días finales de abril”.
Y el del día 19 abundaba en lo mismo: “Ha habido daños en el viñedo con carácter general.  Lo mismo en la patata temprana, la fruta y algunos productos hortícolas.  En la cebada, el centeno  y las algarrobas el daño es grande también.  Sólo se salva el trigo por no haber  brotado todavía la espiga el día de la helada”.

DIARIO PALENTINO (4-5-1945)

D.-  LA SEQUÍA  PROLONGADA DE PRIMAVERA Y VERANO


La sequía fue una noticia recurrente en el Diario Palentino desde abril hasta octubre.

Así el 7 de abril se señala que persiste la sequía con características de gravedad, pues no ha llovido suficiente desde 1942 y la tierra no tiene reservas.  Y continúa diciendo que ha habido 2 nublados, pero cayeron 4 gotas y que en algunas zonas donde nevó mucho en invierno hay tempero, los sembrados están bien y esperan impacientes la lluvia, pero que en las zonas trigueras de Tierra de Campos, donde apenas nevó y no dejó de helar, si vinieran las lluvias, se haría media cosecha, porque el 40% de los granos sembrados tempranos no nacieron.





A mediados de abril llovió algo, pero bastante poco, porque sólo se recogieron 4 litros en Palencia y Valladolid y entre 5 y 8 en otras provincias de Castilla.
Estas lluvias fueron escasas y no tuvieron continuidad, por lo que el día 24 de abril se hizo una solemne rogativa en Palencia, organizada por la cofradía de S. Isidro Labrador, para pedir al cielo que cese la pertinaz sequía. En ella sacaron varias imágenes: S. Isidro, Nº Padre Jesús Nazareno, Nª Sª de Allende el Río.          La rogativa partió de la Catedral y por S. Pablo bajó al puente Mayor para llegar a la iglesia de Allende el Río y por el Sotillo volver a la Catedral.  A ella asistieron todas las autoridades religiosas y civiles acompañadas por una verdadera multitud de fieles.


DIARIO PALENTINO (24-4-1945)


Durante el mes de mayo en los periódicos se suceden las noticias relativas a los efectos negativos que la sequía está causando en diversas zonas de España.
Así en el Diario Palentino del día 25 aparece un artículo con el titular de  “DÍAS CRÍTICOS PARA EL CAMPO”, donde se refleja una situación catastrófica.
En el mismo se dice: “No bastaba la sequía y los calores tórridos de abril para que la helada del 2 de mayo diera la puntilla a la agricultura nacional…  Mal lo vamos a pasar, si no llueve con abundancia antes de acabar mayo.” 
Y continúa: “En los trigos se podría salvar todavía la mitad de la cosecha y alguna cebada medio muerta podría reaccionar, dando al menos paja.  Si no, sería un año en que no hay que poner eras, un año en que no se cogería nada de nada…”
“Los garbanzos se van defendiendo allí donde no habían nacido el 2 de mayo, día de la gran helada.  Las remolachas se perdieron casi todas. Algunas se han vuelto a sembrar y se han vuelto a perder. Para intentar paliar la situación, en esas tierras se están sembrando patatas y alubias en algunas zonas de Castilla.”

E.-  LAS NULAS O ESCASAS COSECHAS EN VILLAMURIEL


En el Diario Palentino del 29 de agosto un titular decía: “LA COSECHA DE VILLAMURIEL, VERDADERAMENTE DESASTROSA”.
“Ha sido un desastre el rendimiento en los cereales en cantidad y calidad, algo jamás aquí conocido, por la pertinaz sequía. De leguminosas, la cosecha puede considerarse nula.  Únase a esto la helada del 2 de mayo, que arrebató la principal riqueza del pueblo, el vino, de tal manera que se puede calificar de ruina económica en cuanto a este producto, con pérdidas que se calculan en 1 millón de pesetas”.   

DIARIO PALENTINO (29-8-1945)

En el Diario Palentino del 28 de septiembre la noticia se titula “MAL AÑO DE UVA EN VILLAMURIEL”.   Y sigue diciendo: “La terrible helada del 2 de mayo ha revestido caracteres de una catástrofe local, cuya magnitud no es conocida ni por los más viejos, al ser su principal fuente de ingresos.  El desastre es tal que cosecheros de relativa importancia han recolectado escasamente unos kilos. Esto afecta a todas las escalas sociales que viven y se dedican a él”.
A continuación señala: “En regadío, se temen rendimientos escasos en las alfalfas, patatas y remolacha, debido a las malas condiciones atmosféricas del año”.   Y  termina recalcando que “se presagia una mala otoñada para la cabaña local, hoy tan falta de piensos, debido a la desastrosa cosecha de cereales y leguminosas”.


DIARIO PALENTINO (28-9-1945)

A pesar de los graves problemas económicos de ese año, en las Actas  de Sesiones del Ayuntamiento de Villamuriel de 1945 no aparece ninguna medida especial adoptada por la Corporación para intentar paliar las dificultades de la población. Respecto a 1946, no es posible conocerlo, ya que faltan las Actas Municipales de 1946 y 1947.

F.- LAS MALAS COSECHAS EN LA PROVINCIA DE PALENCIA


Según entraba el verano y avanzaba la siega, en el Diario Palentino se señalaba que se estaban confirmando el pesimismo y las malas impresiones que se habían adelantado sobre las malísimas cosechas.
En Tierra de Campos, una de las zonas trigueras de España, la cosecha de trigo ha fracasado totalmente, salvándose solo en las zonas altas y frescas de la provincia.  La de cebada ha sido muy mala en todas las partes. A veces no se siegan las cebadas, sino que se arrancan y sin trillar se hacen heno.   La cosecha de leguminosas (lentejas, vezas y yeros) ha sido un desastre total: muchas se arrancan, se trillan y no se limpian, porque vale casi más la paja que el grano.  La de avena ha sido una cosecha regular.  Sólo se salvan las legumbres (garbanzos y muelas)”.
“En general, se siega, se trilla y se limpian los cereales, como siempre, pero son eras que no se ven”.
“Lo único que parece salvarse son las patatas y la remolacha por las tormentas de junio y julio, algunas con mucho agua y muy pocas con granizo”.



DIARIO PALENTINO (12-7-1945)

En Villamartín de Campos, la cosecha de cebada se calcula en una media de 80 kg. por hectárea, y además con un grano de pésima calidad.  La de trigo también se calcula a 70 kg por ha, igualmente de mala calidad.   Con esta producción no se podrán cubrir las necesidades de siembra, porque además el grano recolectado no reúne las condiciones necesarias para nueva simiente.   De avena y leguminosas no hay cosecha al apenas haber nacido los sembrados. Paja, falta muchísima para cubrir las necesidades.
Las labores de preparación del terreno para la próxima campaña se han hecho en malas condiciones por la falta de ganados y sobre todo por la mala alimentación de estos, pues muchos labradores no tienen piensos desde mayo.

DIARIO PALENTINO (11-7-1945)

En Magaz se señala que la cosecha ha sido catastrófica: de cebada sólo ha habido 1 o 2 días de trilla y no se podrán cubrir  ni las necesidades de siembra.   Y la de trigo ofrece las mismas trágicas perspectivas.

G.-  LAS REPERCUSIONES DE LA SEQUÍA EN OTROS SECTORES


“LA SEQUÍA, se decía en el periódico, CONSTITUYE UNA VERDADERA CALAMIDAD NACIONAL”, ya que no es la preocupación de una zona, comarca o región, sino de la mayor parte del territorio nacional (salvo el Noroeste y Vascongadas).
Ante la mala situación, el Gobierno indicaba que iba a importar trigo (500 vagones),  cantidad que suponía más de la mitad del necesario para el consumo de la provincia, el cual quedaba asegurado al completarse con las entregas que efectuasen  los productores al Servicio Nacional del Trigo (unos 800 vagones).
De todas formas, se señalaba que sería precisa una pequeña reducción en el racionamiento de pan, pero que la reducción no afectaría a las cartillas de 3ª clase, que seguirían teniendo 250 gramos de pan diario por persona.

DIARIO PALENTINO (27-9-1945)

A finales de septiembre, en el Diario Palentino se señalaba que “con la sequía se han secado las fuentes, ha bajado el nivel del agua en los ríos, ha decrecido el nivel del agua en los saltos de agua y las centrales eléctricas han sentido también en gran proporción la falta de fuerza motriz.     Todo ello ha provocado la carencia o escasez de energía eléctrica”.
Las restricciones eléctricas afectaron a todo el territorio nacional, pero sobre todo al centro y levante de España y provocaron un régimen de privaciones muy doloroso. 

Las restricciones afectaron a la vida industrial, al régimen de transportes, a la vida cultural, a la vida ciudadana, a la vida familiar: la industria trabajaba en días alternos durante 5 horas, los pueblos sólo tenían alumbrado eléctrico durante 2 horas diarias, había una sola sesión de cine o teatro al día, los bares y cafés debían reducir el consumo a lo imprescindible y el gasto domiciliario de energía debía ser menor al 40% del consumido el año 1943 (en las horas en que se dispusiese de ella).

En las grandes ciudades se suprimieron o restringieron los servicios de viajeros con tracción eléctrica, reservándose para los servicios de mercancías de índole preferente la escasa energía disponible, teniendo que volverse a utilizar locomotoras de vapor en los servicios que se mantuvieron en dichas líneas.       En todas las líneas de RENFE se restringieron los servicios de viajeros con tracción a vapor por falta de carbón para abastecer a todas las líneas.

H.-  VUELVEN LAS LLUVIAS  EN OTOÑO


En el Diario Palentino, en septiembre, se decía que “se sigue esperando que la Providencia de Dios, ante tamaña calamidad, abra las cataratas de los cielos en la actual otoñada y nos envíe la gracia de la lluvia, por la que hoy clama exhausta la tierra española”.

El tiempo empezó a cambiar y a mediados y finales de octubre comenzó a llover, no demasiado, pero al menos solucionó el problema de la siembra que se estaba haciendo en seco, aunque todavía seguían las restricciones de agua en bastantes ciudades.

A mediados de noviembre volvió a llover con más intensidad en todas las provincias, lo que unido a unas temperaturas de veranillo en todo el mes de noviembre provocó que el trigo naciese a gran velocidad.   Además se pudo sembrar las cebadas en buenas condiciones de suelo y se pudo ir preparando las tierras para las siembras de cereales tardíos.
Además, con las lluvias aumentó el caudal de los ríos y se empezaron a llenar los embalses, normalizándose ya la producción eléctrica y levantándose las restricciones en varias zonas de España.

I .- LAS CONSECUENCIAS DEMOGRÁFICAS


A pesar de que la población española sufría escasez en la alimentación por el racionamiento implantado por el Gobierno de Franco en los años de posguerra y de las dificultades añadidas debido a la sequía y pérdida de las cosechas de alimentos básicos en 1945, en Villamuriel en este año y en 1946 no se produjo un incremento de la mortalidad respecto a los años anteriores (20 defunciones en 1944, 14 en 1945 y 16 en 1946).
Además, en estos años el nº más elevado de muertos ya no eran niños, sino personas mayores de 50 años, y las causas de las defunciones no eran enfermedades epidémicas, sino corrientes.

De todas formas, el médico D. Mauro Martín de Prado, Jefe Provincial de Sanidad, en un artículo de octubre del Diario Palentino, alertaba de la aparición de algunos casos de fiebre tifoidea en la capital y algunos pueblos de la provincia por la escasez de agua potable y el consumo de agua contaminada, debido a la sequía, y recomendaba se tuviesen en cuenta una serie de medidas profilácticas para su prevención.



4.-  LA SEQUÍA DE 2017


Los años hidrológicos 2013-14, 2014-15 y 2015-16 fueron bastante secos, sobre todo el 2º, pero el 2016-17 ha sido aún más seco, con entre 20 y 60% menos de precipitaciones que los años anteriores, sobre todo en las cuencas del Júcar, Segura y Duero.    La sequía empezó en verano de 2016 y continuó durante todo el 2017.  



En Palencia en 2017 solo se recogieron 265 l/m2, menos de 2/3 de las precipitaciones medias  anuales de la zona. Solo hubo lluvias moderadas en 3 ó 4 meses. En 7 meses no pasamos de 15 litros.

Para unos expertos la de 2017 ha sido la más grave de los últimos 20 años, pero para otros ha sido la más grave de los s. XX y XXI, más fuerte incluso que la de 1945 y la de 1992-95.  Además, la unión de varias sequías meteorológicas seguidas (desde 2013-14) llevó a una sequía hidrológica.


Galicia y Castilla y León fueron las Comunidades más afectadas.  Los cultivos de cereales en ambas regiones se vieron gravemente afectados y esto repercutió en la ganadería que utiliza los cereales para alimentarse.     Lo mismo sucedió en las cuencas del Júcar y Segura, al no recibir los trasvases del Guadiana y Tajo.

El volumen del agua embalsada estaba en el 37% en noviembre de 2017, siendo el 53% la media de los últimos 10 años.  Así en varias cuencas hidrográficas se llegaron a aplicar restricciones al uso del agua en las ciudades, al declararse la alerta por sequía, y se recortó de forma drástica el agua destinada al riego, afectando mucho a los cultivos de regadío, que tuvieron que ser sustituidos por cultivos de secano o con poco consumo de agua.

La compensación directa por los seguros agrícolas a los cultivos afectados por la sequía alcanzó los 200 millones de euros, pero las pérdidas a valor de mercado podrían haber llegado a los 2.500 millones de euros.


5.- LA SEQUÍA DE 2019


Aunque la situación  ha mejorado en otoño, sobre todo en octubre y noviembre (en los que han caído unos 100 litros) y las lluvias han sido fuertes a mediados de diciembre (55 litros en 4 días), 2019 va a ser un año seco y apenas se llegará a los 375  l/m2, porque  ha llovido muy poco  en primavera y verano.






Según se recoge en el Diario Palentino de 27 de julio de 2019, “Primero se produjo un retraso en la siembra por la llegada tardía de las lluvias en noviembre, lo cual provocó que no se terminara hasta diciembre”.
“Después, en abril, llegaron las lluvias, que permitieron el desarrollo de los cultivos, pero el tiempo volvió a ser adverso en mayo, junio y julio.  Esto provocó el espigado rápido del cereal y la formación de granos de poco peso”.

“Por ello, la cosecha de cereal se ha reducido entre un 30 y un 50% en el centro y oeste de Castilla y León (Tierra de Campos, Bajo Duero, Campos de Pan en Zamora),  siendo mayor aún el descenso en las provincias del sur de la Comunidad (Ávila, Salamanca).
También se considera catastrófica la situación de los forrajes, produciendo grandes pérdidas a los ganaderos”.
“Ante esta situación, las Organizaciones Agrarias han solicitado fórmulas para ayudar a los agricultores y asegurar su estabilidad financiera”.


DIARIO PALENTINO (25-7-2019)

El mismo Diario, en el ejemplar del 31 de julio de 2019, señalaba que “la falta de precipitaciones de los últimos meses ha hecho que los embalses se encuentren a 1/3 de su capacidad, mientras que el año pasado muchos embalses alcanzaban el 75%  por estas fechas.  Así, el embalse de Aguilar ha bajado de 247  a 84 Hm3.    El descenso del nivel del agua de los pantanos empieza a ser preocupante ante un nuevo estiaje.
En los embalses el descenso continuo del agua ha permitido empezar a ver las iglesias, las viviendas y otros edificios de los pueblos anegados, sobresaliendo por encima de las aguas embalsadas.
Como consecuencia, se ha reducido la producción hidroeléctrica y, si no llueve en otoño, se espera una reducción del abastecimiento de agua a los núcleos urbanos."

La falta de precipitaciones durante el verano ha provocado estrés hídrico a las viñas en algunas zonas de las denominaciones de origen de Castilla y León, lo cual va a originar un descenso en la producción de uva, pero el estado sanitario de las viñas es muy bueno, por lo que se espera una uva de calidad excelente, que es lo más importante para obtener una cosecha de vino de calidad.
Incluso la llegada de las lluvias por las tormentas de finales de agosto a la región castellano-leonesa, aunque ya no pudo beneficiar al sector cerealista, sí incidió positivamente en el sector del vino, por lo que la cosecha de uva sólo será de unos 7 millones de kilos por debajo de los 306 millones de kilos del año 2018 (cosecha con  cifras record).

EL RIO CARRIÓN EN VILLAMURIEL (5-10-2019): MUY SECO
Para terminar mejor este año tan seco, las lluvias han llegado en otoño, en el que se han recogido 130 l/m2, sobre todo en octubre con unos 60 litros.  Esto ha permitido preparar los campos para la siembra y realizar la misma en buenas condiciones. Como las temperaturas de octubre y noviembre no han sido frías, en muchos campos los cereales sembrados ya han germinado y los campos empiezan a verdeguear.
Los ríos bajan con más agua, debido a las lluvias y al deshielo de la nieve de las montañas del norte de la provincia y los embalses palentinos empiezan a recuperar niveles de agua próximos al 50% de su capacidad. 

Se espera que el invierno permita llenarlos para garantizar el suministro de todos los sectores en 2020. Porque, en diciembre, ya ha empezado bien, con las lluvias que están dejando las borrascas Elsa y Fabien, que han recorrido las provincias castellano-leonesas esta semana (55 litros en Palencia y 170 en Cervera de Pisuerga, recogidos los días 19 a 22). 
Así lo ha manifestado la Confederación Hidrográfica del Duero, según la cual los embalses del Carrión están ya al 90% y los del Pisuerga entre el 60 y el 90%.

EL RÍO CARRIÓN EN VILLAMURIEL (9-12-2019): CON MÁS AGUA


EL RÍO CARRIÓN  EN VILLAMURIEL (18-12-2019): DESBORDADO

6.-  MATERIALES UTILIZADOS


Datos meteorológicos de Valladolid de 1905 y 1945, suministrados por  AEMET

Datos meteorológicos de Palencia, Villamuriel y Venta de Baños de 1945, suministrados por AEMET

Datos meteorológicos de Palencia de  2013 a 2019, recogidos por el autor con la estación meteorológica Davis, del IES Alonso Berruguete de Palencia.

Diario Palentino: periódicos microfilmados de 1905 y 1945, del Archivo Histórico Provincial de Palencia.

Diario Palentino: ejemplar del 25 de julio de 2019

Libros 9, 10 y 11 de Defunciones, del Archivo Parroquial de Sta. María de Villamuriel

Fotografías y gráficas meteorológicas realizadas por el autor del artículo



Artículo publicado por Zacarías Diez García, miembro de la Asociación Amigos del Patrimonio de Villamuriel