martes, 16 de noviembre de 2021

LA MUERTE GOLPEA A VILLAMURIEL - 15 DE NOVIEMBRE DE 1908

 

LA MUERTE GOLPEA  A VILLAMURIEL

1.- INTRODUCCIÓN

Noviembre es un mes señalado en la liturgia de la iglesia católica para rezar por todos sus difuntos y en la vida de sus fieles para recordar a los seres queridos fallecidos y rendirles un homenaje de gratitud y recuerdo.

Por eso, los días anteriores al Día de los Difuntos, pero sobre todo el Día de los Santos, se visitan los cementerios, se limpian las sepulturas de los familiares y se les obsequia con ramos y centros de flores, además de recordar con nostalgia su presencia a nuestro lado y ofrecerles una plegaria redentora.


El día 2, Día de los Difuntos, antes cada sacerdote decía 3 misas (ahora solo una), a las cuales asistían muchos de los fieles, que eran ofrecidas a Dios por todos los fieles difuntos, especialmente los de la parroquia, para ayudarles a salir del Purgatorio, donde esperaban para limpiar su alma de los restos de sus pecados mortales (no perdonados totalmente en el sacramento de la Confesión) y así poder entrar en el Cielo.


La cofradía de las Ánimas (presente en todos los pueblos) ofrecía misas y rezaba oraciones piadosas por sus cofrades difuntos y además algunos días del mes de noviembre tocaba las campanas de la iglesia a ciertas horas de la noche para recordar a los vecinos sus obligaciones con los difuntos.


CEMENTERIO VIEJO DE VILLAMURIEL (hoy ya desaparecido)

Normalmente había 1 o 2 muertos adultos a lo largo del mes, pero en noviembre de 1908 murieron 6 personas, quedando el 15 de noviembre marcado en el calendario y en el recuerdo de los vecinos del pueblo por la muerte trágica de 3 vecinos que estaban realizando el toque de ánimas durante la noche, además del fallecimiento por enfermedad de la persona con más prestigio y más influyente del pueblo, D. Narciso Rodríguez Lagunilla.

De lo ocurrido en Villamuriel el 15 de noviembre de 1908 dan amplio testimonio los periódicos del día 16 de la capital, el Diario Palentino y el Día de Palencia.

 

2.- LOS MUERTOS POR EL TUFO DE UN      BRASERO


A.- EL TOQUE DE ÁNIMAS EN VILLAMURIEL


En Villamuriel la cofradía de Ánimas celebraba su función en los domingos siguientes al Día de los Santos y durante la noche anterior a la función las campanas doblaban a muerto.

Como era costumbre, el sacristán del pueblo y otros 2 vecinos subieron a la torre en las primeras horas de la noche del día 14 y estuvieron doblando a muerto hasta las diez.

Como tenían que doblar de nuevo antes del amanecer, se quedaron en el campanario, pero a las 2 de la mañana, al sentir el frío de la noche, abandonaron la torre y se recogieron en una habitación de la casa del sacristán (vivía en el nº 73 de la C/ Mayor, enfrente de la iglesia), donde previamente habían encendido un gran brasero.


EL DIARIO PALENTINO - 16/11/1908

 

B.- LA MUERTE DE 3 VECINOS


Debieron quedarse dormidos por efecto del tufo (el dióxido de carbono) de la lumbre, que les causó la muerte por asfixia.

A eso de las 6 de la mañana, la mujer del sacristán, que se encontraba despierta, observó que las campanas no doblaban a difuntos.  Pensó que se habían dormido, bajó para despertarlos y comenzó a llamarlos.   Lo repitió varias veces, pero, como no lo conseguía, salió a la calle a pedir auxilio.  Acudieron varios vecinos, que al entrar se encontraron con los 3 cuerpos inmóviles.

Entre varios los sacaron a la calle para ver si el aire podía ayudarles a respirar, pero 2 de ellos ya estaban muertos.   El médico del pueblo atendió al 3º, el sacristán, pero su estado era de extrema gravedad y falleció al final del mismo día.

Al llegar al lugar del suceso los familiares de los difuntos se produjeron escenas de tremendo dolor.   Entre los vecinos la noticia provocó una gran tristeza por ser personas muy apreciadas en el pueblo.



PARTIDA ECLESIÁSTICA DE DEFUNCIÓN DE MARIANO DIEZ CAMAZÓN

C.- LAS VÍCTIMAS DEL SUCESO


El último en morir fue Mariano Diez Camazón (natural de Castromocho), el más conocido de los 3 por ser el sacristán y organista de la iglesia de Santa María y por ser un hombre bondadoso.  Tenía 37 años, vivía en la C/ Mayor y dejaba viuda (Estefanía Cuesta) y 3 hijos muy pequeños (Mariano, Isabel y Valentín, de 8, 4 y 1 años, respectivamente).   Para su entierro se le hizo funeral de 1ª clase por disposición del párroco, D. Valentín Gómez San Martín.    

Mariano Diez Cuesta, el hijo mayor, fue ayudante del Secretario del Ayuntamiento y estaba casado con Claudia Pinacho, cuyo hijo era Mariano Diez Pinacho.  Vivían en la C/ Rodríguez Lagunilla, en la casa que está enfrente de la C/ San Marcos.


Las otras víctimas fueron:

-- Patricio Antolín Expósito, de 30 años, herrero, domiciliado en la C/ Zamora (hoy Marino Rodríguez), casado con Isabel Diez y con 3 hijos pequeños.  Su entierro fue de 3ª clase.

-- Crescente Herreros Escudero, de 16 años, residente en el nº 1 de la C/ del Moral (hoy Rodríguez Lagunilla), soltero, obrero del campo.  Se le enterró con funeral de 3ª clase.



 

3.- LA MUERTE  DE D. NARCISO           RODRÍGUEZ LAGUNILLA

 

A.- ALGUNOS DATOS BIOGRÁFICOS DE D. NARCISO


Hijo de D. Bernardo Rodríguez (de Fuentes de Nava) y Dª María del Carmen Lagunilla (de Becerril de Campos), había nacido en Palencia en 1846. Estaba casado con Dª Regina Pascual Diez, de cuyo matrimonio tenía 4 hijos (Regina, Narciso, Cecilia y Carmen).


Fue militar de la Marina española, en la que sirvió durante 22 años, llegando a ser teniente de Infantería de Marina e interviniendo en diversas campañas en las costas de América del Sur y de Cuba (1ª guerra de Cuba) y en la zona cantábrica durante la 3ª Guerra Carlista.


Como político, afiliado al partido conservador de Cánovas del Castillo, desempeñó importantes cargos provinciales (Presidente de la Diputación de Palencia, Gobernador Civil en Málaga y Sevilla) y nacionales (diputado del Congreso, senador del Reino).


Desde 1886 se dedicó al cuidado de sus intereses agrícolas en Villamuriel, sobre todo vitivinícolas, y, cuando llegó la filoxera a los viñedos de la zona, a la plantación de viveros de vides americanas para repoblar sus viñas y ofrecerlos en condiciones muy ventajosas a los muchos viticultores que acudían a él en demanda de injertos.



 D. NARCISO (en 1º plano, a la izquierda), CON UNOS AMIGOS



B.- SU MUERTE Y ENTIERRO


D. Narciso falleció a primeras horas de la mañana del 15 de noviembre de 1908 en su casa (el nº 3 de la C/ del Moral) de Villamuriel, a la edad de 62 años.

Desde hacía tiempo sufría una enfermedad crónica del pulmón (una pleuresía), como se refleja en la prescripción médica de Francisco Simón Nieto, recogida más adelante.  Esa noche se acostó sin novedad, pero al amanecer empezó a respirar con dificultad, acudiendo la esposa e hijos para prestarle los cuidados necesarios, comprendiendo enseguida que se estaba acabando su vida.


PRESCRIPCIÓN MÉDICA DE SIMÓN NIETO PARA D.  NARCISO

CASA DE LA FAMILIA RODRÍGUEZ-PASCUAL EN VILLAMURIEL


Una vez celebrados los funerales de 1ª clase en la iglesia parroquial de Villamuriel por el párroco D. Valentín Gómez, su cadáver fue trasladado a la casa familiar de la esquina de la C/ Mayor con la C/ San Bernardo, de Palencia, desde donde partió el cortejo fúnebre para ser enterrado en el panteón familiar del Cementerio de Palencia.




PANTEÓN FAMILIAR EN EL ACTUAL CEMENTERIO 

DE PALENCIA/ LÁPIDA SEPULCRAL DE 

D. NARCISO



PARTIDA ECLESIÁSTICA DE DEFUNCIÓN DE D. NARCISO

El acto de despedida constituyó una gran manifestación de duelo, en la que tomaron parte todas las clases sociales de Palencia, donde gozaba de gran consideración y respeto, pues contaba con generales simpatías por su carácter bondadoso y caballerosidad intachables.


A la cabeza iban los asilados de los establecimientos provinciales de Beneficencia, con velas encendidas.    Después seguía el clero de todas las parroquias de la capital, con cruz alzada.

A continuación iba el cadáver, encerrado en una magnífica caja de caoba y conducido a hombros por empleados de la casa de D. Narciso.


Presidían el duelo los Gobernadores Civil y Militar de Palencia, los hijos políticos del finado, personalidades destacadas de la ciudad (el alcalde, D. Ignacio Martínez de Azcoitia, el senador D. Valentín Calderón y otros) y el párroco de Villamuriel.

El cortejo fúnebre lo constituía una gran muchedumbre, con representantes del Ayuntamiento, Diputación Provincial, Clero, Instituto General y Técnico, Seminario, Obras Públicas, oficinas de Hacienda, Casino, Audiencia, Sociedad Económica de Amigos del País, Audiencia, Colegios Profesionales, Juzgados, Prensa y demás fuerzas vivas de la capital.




ESQUELA   DE D. NARCISO R.  LAGUNILLA                   EL DÍA DE PALENCIA -- 16/11/1908


El periódico El Día de Palencia concluye: “Villamuriel, con la muerte del señor Lagunilla, ha perdido un hijo ilustre y un protector decidido; la provincia de Palencia, uno de sus políticos más prestigiosos; y la agricultura, un defensor incansable y entusiasta”.





4.- DOCUMENTACIÓN UTILIZADA


--   Libro 10 de Defunciones del archivo de la iglesia de Sta. María de Villamuriel

--   Libro 7 de Matrículas del archivo de la iglesia de Santa María de  Villamuriel

--   Microfilms de los periódicos El Diario Palentino y El Día de Palencia, del 16-11-1908,                    del Archivo Histórico Provincial de Palencia

--   Fotografías del autor del artículo o cortesía de vecinos de Villamuriel




Artículo realizado por Zacarías Diez García, miembro de la Asociación Amigos del Patrimonio de Villamuriel