lunes, 18 de diciembre de 2023

LAS FACHADAS DE SANTA MARÍA DE VILLAMURIEL Y SUS ROSETONES

 

LAS FACHADAS DE SANTA MARÍA Y SUS ROSETONES

1.- INTRODUCCIÓN

La iglesia de santa María de Villamuriel dispone de 2 fachadas: la del norte (abierta en el 1º tramo de la nave del Evangelio) y la del oeste (a los pies del templo).

FACHADA PRINCIPAL DE SANTA MARÍA DE VILLAMURIEL

Abiertas en el hastial sur había otras 2 puertas muy sencillas, una en el 1º tramo y otra en el 3º tramo de la nave de la Epístola, que comunicaban con una de las galerías del patio central del palacio episcopal.

En el exterior del lado sur del crucero (detrás del retablo de la Virgen del Rosario) se observa un vano apuntado (que no llega al suelo), que comunicaría con las dependencias más importantes del palacio por los capiteles y el arranque de los arcos de la bóveda que aún se conservan.

 

PUERTAS EN EL HASTIAL  SUR, DE ACCESO AL PALACIO EPISCOPAL

2.- LA FACHADA  NORTE 

La fachada del norte (que mira al atrio y al pueblo) es la más decorada. Su portada, de trazado románico con arcos de medio punto, está formada por 3 arquivoltas escalonadas, apoyadas en sus respectivas jambas, de las cuales la 1ª tiene decoración naturalista, con hojas de vid y racimos de uva. El intradós de la portada está decorado con arquillos trilobulados, que ofrecen una bella imagen de la entrada al templo.

Fue restaurada en 1982, en que las arquivoltas, capiteles y jambas fueron rehechos.

Por ella se accede al atrio (cerrado por un muro de piedra de sillería), que fue utilizado como cementerio eclesiástico en parte del s. XIX, cuando dejó de enterrarse en el suelo de la iglesia desde 1832-33.

PUERTA ROMÁNICA, DE ACCESO DEL  ATRIO AL TEMPLO

3.- LA FACHADA  OESTE

La fachada principal está a los pies del templo (mira al oeste).  Su portada es similar a la de la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, aunque más sencilla.   El conjunto lo forma una doble puerta, cuyos arcos apoyan en el centro en una columna gruesa, cuyo capitel está adornado con rosetas sobre un fondo de hojas.

Sobre la puerta hay una arquería ciega formada por 5 arcos apuntados, algunos de ellos apoyados en ménsulas.   Para la apertura del óculo bajo (el del coro) se rompió el arquillo central de esta arquería.


PORTADA DE LA FACHADA PRINCIPAL

ARQUERÍA CIEGA Y ÓCULO BAJO (del coro)

En esta fachada se abrieron 2 rosetones: uno en el 1º piso y otro en el 2º.

El rosetón bajo es más sencillo: un óculo con molduras.   Este óculo se abrió para iluminar el coro mandado construir por el obispo Juan Ramírez Zapata a fines del s. XVI.


ÓCULO BAJO, DE LA ZONA DEL CORO

ÓCULO ALTO, DEL 2º PISO

En la parte superior se abre otro óculo, que corresponde a la fábrica original de la iglesia, de principios del s. XIII.  Está formado por varios anillos concéntricos rehundidos. El anillo exterior está tallado y el interior está formado por 16 pequeños modillones huecos que forman motivos lobulados.

Este 2º rosetón iluminaba la zona de los pies de la iglesia y el pasillo que comunicaba las habitaciones del palacio episcopal situadas sobre la nave del Evangelio (a la derecha, visto desde el ábside) con las construidas encima de la nave de la Epístola (a la izquierda).

4.- EL ESTADO DE LAS VIDRIERAS DE LOS ROSETONES

El óculo inferior se cerraba con una vidriera de 9 cristales cuadrados encajados en una armadura de hierro y sujetos por junquillos de hierro.

La estructura exterior  e interior  estaban muy deterioradas, faltaban varias piezas de vidrio y otras estaban rotas, habiendo sido sustituidas por cartones para evitar la entrada de las aves y la lluvia al interior del templo.

El rosetón superior se cerraba con una vidriera formada por 8 gajos que confluían en una pieza central circular, que se podía abrir.  Su armadura de hierro exterior e interior estaban en mejores condiciones, pero algunas piezas del cristal estaban rotas.


LAS VIDRIERAS DE LOS ÓCULOS ANTES DE LA RESTAURACIÓN


EL ÓCULO BAJO Y LAS ARMADURAS VIEJA Y NUEVA DE LA VIDRIERA

Al observar el mal estado de las vidrieras de esta fachada, Elena Pérez y Jesús Rey, feligreses de Villamuriel, pensaron en su reparación o sustitución para aportar seguridad a las mismas y evitar un deterioro de la fábrica de la iglesia por la acción de las aves y de las inclemencias del tiempo y a la vez dotar a la fachada principal de unos vitrales que dieran una mayor belleza y prestancia a la misma.

Y con su ilusión y conocimientos sobre la técnica de las vidrieras comentaron su idea con la autoridad eclesiástica, que aceptó su ofrecimiento altruista.  Elena, Jesús y Dativo Meneses (esposo de Elena) se pusieron manos a la obra, elaboraron un proyecto base y prepararon una muestra como referencia, a lo que varias personas expertas en restauración de edificios religiosos y diseño dieron su aprobación.

El resultado de su minucioso y muy elaborado trabajo han sido 2 buenas vidrieras, dignas de un gran templo de los ss. XII-XIII.

BALAUSTRADA DEL CORO Y ROSETÓN DEL ÓCULO SUPERIOR

ROSETÓN DEL ÓCULO DEL CORO, YA ACABADO,  EN EL TALLER

No es la 1ª vez que se ha restaurado alguna de las vidrieras. Así, en 1728, cuando se instaló el último órgano de la iglesia, se gastaron 75 reales en componer la vidriera del coro y cerrar las aberturas encima de la misma, según recoge el Libro de cuentas de esa fecha.

En muchas de las catedrales e iglesias se han realizado restauraciones de sus vidrieras en los ss. XIX y XX o en la actualidad, cuando su mal estado así lo ha requerido, introduciendo vidrieras nuevas o con nuevos motivos decorativos.

5.- LOS AUTORES DE LAS VIDRIERAS

El encargado de diseñar la estructura y disposición de las 2 vidrieras nuevas fue Dativo (esposo de Elena), ingeniero industrial que domina la técnica del dibujo. Así, distribuyó las figuras geométricas y los símbolos religiosos con precisión y armonía.

Para los dibujos geométricos tomó como referencia las figuras de los libros de vidrieras, ornamentación de edificios y de las alfombras. Las letras de los círculos centrales proceden de las estampas y cuadros de temática religiosa cristiana.

Elena Pérez y Jesús Rey, ayudados por Dativo, construyeron los vitrales: eligieron los colores de los vidrios a utilizar, cortaron las piezas, las ensamblaron y colocaron en los rosetones.

Elena y Jesús se habían formado desde hacía años en la técnica de la vidriería, asistiendo a cursos de aprendizaje impartidos en Barcelona (en el caso de Elena) y en los Centros Sociales del Ayuntamiento de Palencia y Talleres sobre vidrieras del Ayuntamiento de Villamuriel (en el caso de Jesús) y de forma autodidacta leyendo libros sobre el tema.     Elena también había impartido cursos de aprendizaje y formado a alumnos en Barcelona.

Y, a nivel práctico, antes ya habían realizado numerosos trabajos para sí y para otras personas, como vitrales, lámparas, adornos… y disponían de las herramientas y materiales necesarios para este proyecto.


ELENA, JESÚS Y DATIVO TRABAJANDO EN EL TALLERLOS AUTORES CON EL ROSETÓN DEL CORO YA FINALIZADO

Mariano Poncio realizó la forja: construyó el bastidor de hierro del rosetón inferior y los junquillos interiores, que estaban inservibles por su mal estado.

También colaboraron en el montaje de las vidrieras en los óculos Avelino Rojo y Álvaro Rodríguez, vecinos de Villamuriel.

6.- LOS MATERIALES E INSTRUMENTOS UTILIZADOS

De los materiales utilizados para las vidrieras, los más importantes son los vidrios.

Para las vidrieras exteriores se utilizaron vidrios laminados de 6/6, que permiten el paso de la luz y dificultan su rotura por cualquier acción vandálica.

Para las vidrieras interiores se emplearon vidrios de color naturales (vidrios soplados, vidrios catedral antiguos) y algo de vidrio impreso, que aportaron los autores de la obra de su propio taller de trabajo o que compraron para esta obra. La gama cromática es amplia, destacando los colores verdes, azules, rojos, amarillos y naranjas.

Además, se ha utilizado cinta de pegar para unir las piezas, barritas de estaño para sellar las uniones, un bastidor de hierro para sujetar la estructura al muro de piedra y perfiles de acero inoxidable para sujetar la vidriera al bastidor.

Como herramientas destacan el cortador de vidrio, la pulidora y el estañador y barritas de estaño.

LOS MATERIALES Y UTENSILIOS DEL TALLER


7.- LA CONSTRUCCIÓN DE LAS VIDRIERAS

El proceso de construcción de una vidriera es muy laborioso y de gran precisión.   El trabajo se realizó en el taller de Jesús Rey a lo largo de bastantes días, durante los meses de verano, aprovechando las vacaciones respectivas.   Se utilizó la técnica Tiffany, que no utiliza emplomado para unir las diversas piezas, sino cinta de pegar.

Las fases seguidas fueron las siguientes:

Se desmontaron las estructuras anteriores que cerraban los óculos para limpiarlas o cambiarlas.

Se tomaron las medidas de los óculos que se iban a cerrar con las vidrieras nuevas.

Se hicieron los dibujos de las mismas a escala y después se plotearon los diseños a unas plantillas de papel del tamaño real que iban a tener.

EL ÓCULO BAJO SIN SU ARMADURA

MONTAJE DE LA VIDRIERA DEL ÓCULO ALTO

Se recortaron todas las piezas de cada plantilla, se calcaron en el vidrio elegido y se cortaron.

Se pulieron las piezas, se las limpió y se las emplomó con cinta de pegar para unirlas y formar los dibujos.

Se sellaron las uniones con estaño, se las volvió a limpiar y se dio una pátina a las soldaduras para oscurecer el estaño.

Se trasladó las vidrieras: una completa (con máximo cuidado, bien sujeta, entre aglomerados de madera y encintado) y la otra por partes y se las colocó sobre su bastidor de hierro, al que fueron atornilladas para darles sujeción.

COLOCACIÓN DEL ROSETÓN ALTO


8.- LA VIDRIERA DEL ÓCULO INFERIOR

En octubre de 2016 se colocó la vidriera del coro.  Es una vidriera completa (sin junquillos interiores que la dividan en partes), de 1,40 m de diámetro, realizada utilizando la técnica Tiffany.  Se compone de unas 2.500 piezas.

Su montaje en el taller y su traslado y colocación en el óculo tuvo que realizarse con el máximo cuidado, al formar un solo bloque (sin divisiones internas), que podía romperse al mínimo golpe.

Está colocada sobre un bastidor nuevo de hierro, sujeta a éste con un perfil de acero inoxidable y pegada con varios puntos de silicona al borde de un vidrio exterior laminado.

ROSETÓN DEL ÓCULO DEL CORO



El centro representa una flor de 16 pétalos, 8 blancos y 8 veteados, que bordean un círculo (de color amarillo), en cuyo interior se han colocado las letras alfa y omega (de color rojo).

La alfa y la omega son la 1ª y la última letras del alfabeto griego, utilizándose como frase de principio y fin. En el Cristianismo aparecen en algunos manuscritos del Apocalipsis como apelativo de Jesucristo y de Dios Padre (ambos son “el alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin”) y desde antiguo se usan como un símbolo cristiano.

Alrededor de la flor se han colocado 8 arcos apuntados dobles (uno de color amarillo y otro azulado), en cuyo interior hay 8 lazos (5 de color azul y 3 de color granate).

Enmarcándolo todo se ha dispuesto una orla doble, de color amarillo y azul.

9.- LA VIDRIERA DEL ÓCULO SUPERIOR

En agosto de 2017 se colocó la vidriera del pasadizo alto del coro. Es una vidriera de 2 m. de diámetro, realizada también con la técnica Tiffany.  Se compone de unas 3.500 piezas, algunas de tamaño muy pequeño.  Es una gran vidriera por su diseño y la variedad de formas geométricas y colores.

En ella se aprovechó la forja de hierro existente para fijarla al edificio y se la pegó con silicona al borde del vidrio laminado exterior también existente, que fue desmontado y limpiado y en el que se cambiaron algunos cristales rotos.

ROSETÓN DEL ÓCULO SUPERIOR


CÍRCULO CENTRAL DEL ROSETÓN ALTO


Está formada por 8 gajos, que contienen 4 figuras de flores tripétalas, de color naranja, en cuyo interior hay unos lazos azules, y 4 figuras trilobuladas, de color azul, en cuyo interior hay unos eslabones de cadena, de color naranja.

Los gajos concéntricos confluyen en un círculo central (con 2 bordes, de color granate y naranja), que es una ventanita que se puede abrir y cerrar.  En ella podemos ver la cruz de la Pasión y los símbolos de Jesucristo Salvador de los Hombres (IHS), de color granate y amarillo.

Alrededor se dispone una orla de 16 círculos muy pequeños (de borde azul oscuro y relleno blanco), que contienen otras tantas estrellas de 8 puntas, azules y blancas.

10.- MATERIALES UTILIZADOS


--  Amplia información oral de Jesús Rey y Elena Pérez

--  Memoria escrita de la obra de las vidrieras, proporcionada por los autores de las             mismas.

--  Monografía sobre la iglesia de Sta. María la Mayor, de Villamuriel, obra de Julia           Ara Gil, editado por la Diputación de Palencia en 1992.

--  Libro de Fábrica, nº , de santa María de Villamuriel, del Archivo Parroquial de              Santa María de Villamuriel

--  Fotografías de Jesús Rey, Elena Pérez y del autor del artículo


Artículo realizado por Zacarías Diez García, miembro de la Asociación Amigos del Patrimonio de Villamuriel





























 

 

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