LOS TEMPLARIOS Y OTRAS HISTORIAS EN VILLAMURIEL: ¿REALIDAD O LEYENDA?
1.- INTRODUCCIÓN
En la historia de los países, pueblos o
lugares encontramos que a veces los acontecimientos se han ido deformando con
el paso del tiempo hasta convertirse en leyenda o que ya desde sus orígenes son
pura leyenda sin base histórica.
Un ejemplo muy conocido es la vida de
Rodrígo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, que sí es histórico, un caudillo de la
guerra con una importancia moderada en la Reconquista del territorio musulmán,
pero en el Cantar de Mío Cid y los romances posteriores se han introducido
numerosos episodios no históricos, hasta ser convertido por la historiografía
contemporánea en un símbolo y un mito nacional.
En Villamuriel hay episodios de su
historia y tradiciones, que unos son leyenda y otros son históricos, pero las
personas y el tiempo los han ido tergiversando, introduciendo aspectos que no
responden a la realidad histórica.
Y, cuando llegan las fiestas del pueblo, estos
errores los publican los medios de comunicación generalistas, sin comprobar su
veracidad en los estudios históricos serios, y los vecinos los toman por
ciertos y así se va repitiendo año tras año y va creciendo la bola de los
errores.
En este artículo voy a tratar sobre
algunos de estos hechos que han sufrido este proceso: la presencia de los
templarios en Villamuriel, la existencia de un túnel que parte de la iglesia
hasta una zona del exterior del pueblo, la tradición del reparto del pan y el
queso a los vecinos el día de san Roque, el regalo de la Era de la Aguilera al
pueblo por una reina o señora de la nobleza, la construcción de la ría por los
franceses, el cambio de la imagen original de la Virgen del Milagro por la
actual.
Decía Marlene Dietrich: “La imaginación
exagera, la razón subestima, el sentido común modera”. En estos temas yo me dejaría guiar por la
razón, pero en algunos de ellos dejaré que participe la imaginación de los
lectores.
2.- ¿LOS TEMPLARIOS EN VILLAMURIEL?
La leyenda más antigua y repetida es que
los templarios tenían un establecimiento en Villamuriel y que la Orden militar
había construido la iglesia y la torre de Sta. María la Mayor, con un convento
al sur de la iglesia, desde el cual administraban sus rentas en la zona.
La orden militar de los templarios fue
fundada en Jerusalén en 1118 por Hugo de Payns y 9 caballeros franceses y
suprimida en 1312 por el Papa Clemente V, presionado por el rey Felipe IV de
Francia.
EL SELLO Y LA CRUZ PATADA DE LOS TEMPLARIOS
Esta leyenda parte de Ambrosio Morales (de
la 2ª mitad del s. XVI), que visitó la zona por orden de Felipe II para recoger
información de las reliquias que había en cada parroquia y señaló que se tenía
por tradición que la iglesia de Sta. María era de templarios.
Y esta afirmación se ha ido manteniendo en
los siglos siguientes por la semejanza que hay con la iglesia de Villalcázar de
Sirga, que sí era un establecimiento templario.
Pero no existe ningún documento escrito
que certifique esta leyenda. Y
estudios recientes sobre el tema señalan que no había presencia templaria en
Villamuriel. Así lo confirma Carlos
Reglero, profesor de Historia Medieval de la Universidad de Valladolid, en su
tesis doctoral sobre el Cerrato y en sus publicaciones sobre la iglesia de Sta.
María.
La iglesia es de estilo languedociano y
cisterciense y se construyó a finales del s. XII y primeras décadas del s.
XIII, cuando la villa pertenecía al obispo y cabildo de la catedral de Palencia
desde 1141, en que el rey Alfonso VII la donó al obispo D. Pedro II por sus
servicios, donación confirmada en 1177 por el rey Alfonso VIII al obispo D.
Raimundo.
Por ello, es muy poco probable que el
obispo de Palencia, señor de Villamuriel y otros 8 pueblos alrededor de
Palencia, fuera a ceder Villamuriel a los templarios, estando tan cercano y
bien comunicado con la sede episcopal y porque la iglesia defendía con firmeza
sus posesiones territoriales y jurisdiccionales.
Además, era el rey el que daba o quitaba
las ciudades, villas y aldeas a los nobles laicos y eclesiásticos como premio a
sus servicios militares y políticos y no hay constancia de que el rey le quitara
después la villa de Villamuriel al obispo y se la diera a los templarios.
FORTALEZA DE VILLAMURIEL, SEÑORÍO DE LOS OBISPOS DE PALENCIA
Tampoco hay constancia de que en
Villamuriel hubiera ningún convento ni palacio junto a la iglesia hasta
mediados del s. XV, el 1º palacio, y un 2º palacio a partir del s. XVI (al ser
destruido aquel por los comuneros en 1520).
Fue en el s. XV cuando los obispos
construyeron un palacio adosado al sur de la iglesia, porque los cuartos de la
torre y las dependencias construidas encima de las naves laterales de la
iglesia ya no eran tan necesarios para vivir con seguridad y porque los obispos
necesitaban tener un palacio, ya que no disponían de su alcázar de Palencia
(quemado por los vecinos de la ciudad en 1465) y el Concejo de la misma no le
autorizaba para levantar otro en la misma.
3.- ¿UN TÚNEL DESDE LA IGLESIA AL EXTERIOR?
Es un tópico recurrente señalar que todos
los castillos tienen su túnel secreto para poder escapar en caso de asedio de
la fortaleza.
Se dice por los vecinos de Villamuriel que
en el fondo del pozo situado a los pies de la nave central de la iglesia hay un
túnel, que, según unos, llega al convento de Calabazanos por debajo del río
Carrión o, según otros, llega a uno de los cotarros del pago del Moro pasando
por debajo del Canal.
Hace 6 años, en una visita guiada a la
iglesia que hice con alumnos del CEPA “Valles del Cerrato”, uno de los
asistentes me dijo que conocía a alguien (a un tal Pedro), que había bajado al
pozo y había visto el túnel que parte de la iglesia.
Pero no se conoce ningún documento (texto,
dibujo o croquis) que certifique la existencia del túnel.
Por una parte, podría existir ese túnel,
como sucede en otras fortalezas, si hacemos caso a los que dicen haberlo visto.
Además, cuando se iban a construir los
pisos en el solar situado al final de la C/ Mayor y se había colocado la grúa
fija de la obra, al día siguiente por la mañana al volver a la misma vieron que
la grúa estaba ladeada y se había abierto un agujero en el suelo, desde el cual
se podía ver un túnel de la altura de una persona y de unos 2 m. de ancho, con
las paredes de piedra, que se dirigía hacia la iglesia. Pero nadie entró en el túnel y fue
cegado para volver a asentar la grúa.
También, algunos vecinos de las casas de
esa zona de la C/ Mayor han visto a veces que alguna zona del suelo de su
corral había cedido y aparecían pequeños socavones.
Pero, por otra parte, hay que señalar que en
esa zona de la salida del pueblo a Dueñas, alrededor de la iglesia, había 16
bodegas a mediados del s. XVIII, hundidas después al excavar el Canal de
Castilla a fines de ese siglo o al construir las viviendas de la C/ Nueva o C/
de los Huertos.
Esas bodegas, mal cegadas, podrían ser la
causa de los hundimientos en los corrales y del túnel aparecido en la zona de
construcción de los pisos a finales del s. XX.
En todas las fortalezas había pozos para
abastecer de agua a sus moradores y al ganado, no para escapar de un
asedio. Así, en la iglesia había un pozo
con agua que cumplía esa función. Además,
en ninguna de las casas de la zona al oeste de la iglesia se podía abrir un
pozo, tal vez para que no se cortara la corriente subterránea de agua que
abastecía al pozo de la iglesia.
Se sabe que en el solar del final de la C/
Mayor apareció una lápida sepulcral que llevaba una inscripción con el nombre
de un obispo, pero ha desaparecido. ¿No
habría ahí una casa de los obispos en la zona final de la C/ Mayor (construida
como residencia señorial antes de levantarse la iglesia fortaleza a finales del
s. XII - primeras décadas del s. XIII), la cual después fue comunicada con la
iglesia a través del túnel? Pero en
este caso, el túnel tendría un acceso más fácil en el templo, no a través de un
pozo estrecho y profundo, lo que hacía difícil el descenso por el mismo para
llegar al túnel y poder salir de la iglesia.
LA IGLESIA DE STA. MARÍA Y EL COTARRO DEL MORO
Finalmente, si existía un túnel, ¿a dónde
conducía? Si nadie ha entrado en el
túnel, ¿cómo saber a qué lugar alejado del pueblo conduce? Ha sido y seguirá siendo una incógnita.
4.- ¿QUIÉN DONÓ LA ERA AL PUEBLO?
En algunos medios de la prensa diaria de
Palencia y entre algunos vecinos se dice que la Era la regaló una reina o una
señora, que algunos identifican con la condesa de Castilfalé.
Yo estoy convencido de que Villamuriel ha
tenido la Era desde sus orígenes en la Edad Media, porque los pueblos al
fundarse solían recibir de los reyes prados y montes para atender a las
necesidades de pasto para los animales y de leña para calentar los hogares de
los vecinos.
La donante de la Era a Villamuriel en el
momento de su fundación podría ser una reina, si Villamuriel se fundó entre 1109
y 1126, cuando la reina era Dª Urraca (hija de Alfonso VI). Pero, como no conocemos la fecha de fundación
de Villamuriel, que sería en los siglos XI o XII, lo más probable es que fuera
un rey.
Tal vez el error venga de la confusión de
la gente que no ha leído el texto de las Cartas de Privilegio dadas por
Fernando VI en 1748 y 1752, las cuales no dan al pueblo la propiedad de la Era
(que ya la tenía de antes), sino que le conceden el privilegio de reservar su
hierba exclusivamente para pasto del ganado de labranza frente a otros ganados
(ovejas, vacas), que sí podían pastar en otros prados comunales.
Y de un rey que concede un privilegio al
pueblo se ha pasado a una reina o a una señora noble o rica que regala la Era
para disfrute del pueblo.
Pero muchos nobles a lo largo de los siglos se
apropiaron de las dehesas, prados y montes de los pueblos de sus señoríos sin
que tuvieran derecho a ello, ya que los reyes no se lo habían concedido. Por eso, es muy poco probable que
regalaran nada a sus pueblos, sino que solían quitarles bienes del común.
Los condes de Castilfalé eran señores de
Castilfalé y Castrofuerte (en León), no de Villamuriel, que ha sido señorío del
obispo de Palencia desde mediados del s. XII hasta las revoluciones liberales
del s. XIX, en que se suprimieron los señoríos.
Esos condes, para compensar a sus súbditos
por los robos y atropellos de siglos anteriores y acallar su conciencia, a
mediados del s. XX, decidieron compensarles con ayudas y favores
económicos. Pero esos condes no habían
tenido vínculos señoriales con Villamuriel y no tenían ninguna obligación con
Villamuriel para donarle la Era.
Tampoco creo que la señora benefactora que
había regalado la Era al pueblo sea la Vizcondesa de Villandrando, Dª Eduvigis
Sanz de Sedano y Monedero.
Ella sí fundó el Colegio de Villandrando
en Palencia para acoger niñas y jóvenes huérfanas de Palencia, Cevico de la
Torre, Villamuriel, Soto y Alba de Cerrato y darles una educación que les
permitiese ganarse la vida.
Pero no he visto en ningún Acta Municipal
ni en los Amillaramientos de la 2ª mitad del s. XIX que su primo, D. Lorenzo
Moratinos Sanz de Sedano, vizconde de Villandrando, hubiera comprado la Era en
la desamortización del s. XIX y después ella (que heredó el título y los bienes
de su primo, entre los que estaba el Soto Albúrez) se la hubiera regalado al pueblo.
Villamuriel ya tenía la Era como prado
comunal al menos desde el siglo XVIII (Catastro de Ensenada de 1752) y seguía
teniéndola a finales del s. XIX, según consta en los documentos que he
consultado.
En la desamortización de Madoz de 1855 el
Estado expropió los bienes de los municipios y los vendió en pública
subasta. Pero
los pueblos podían solicitar la excepción de venta para las dehesas boyales
(para pasto de los animales de labor agrícola) y Villamuriel solicitó dicha
excepción para la Aguilera, los Carriones, las cañadas y las laderas del páramo.
En los años 80 del s. XIX todavía no se le
había concedido al Ayuntamiento la excepción de venta, pero tampoco el Estado se
lo había expropiado y vendido.
La única duda que me queda es que el
Estado acabara rechazando la solicitud de excepción, le expropiara la Era a
Villamuriel a fines del s. XIX y la vendiera en pública subasta, la compraran
esos condes y luego se la regalaran al pueblo.
Pero esto es muy poco probable, porque en
1921 se puede ver en las Actas municipales que la Era seguía siendo prado
municipal para pasto del ganado de labranza.
Incluso en dichas Actas se señala que la Aguilera era un prado comunal desde
los inicios del pueblo, según tradición mantenida entre sus vecinos.
Y, después de esa fecha, la Era ha continuado
siendo bien comunal del municipio, que siguió dedicándola a pasto para los
animales de labranza y a desgrane de los cereales en verano.
Más tarde, pasará a ser bien de propios
del municipio y el Ayuntamiento la irá dedicando a otros usos: viviendas,
escuelas, zona deportiva y zona de ocio y paseo.
5.- EL REPARTO DEL PAN, QUESO Y VINO EL DÍA DE SAN ROQUE
En las Fiestas de Agosto, el acto más
conocido que desde hace muchos años realiza el Ayuntamiento el día de San Roque
es el reparto del pan y el queso.
Hoy se da un bollo, un trozo de queso y
medio litro a cada persona que desea hacer cola para cogerlo (que luego se come
con familiares o amigos en la Era del pueblo), pero antes sólo se daba a los
varones mayores de edad.
¿Cuándo empezó esa tradición?
He visto en algún periódico que fue a
partir de 1717, con motivo de una peste que azotó la zona, de la que se salvó
por intercesión de San Roque, lo cual no he podido confirmar por las fuentes
documentales al alcance.
Pero dudo de que esa tradición comenzara
en dicha fecha, porque he visto que las defunciones fueron bajas en Villamuriel
en ese año y en los años próximos, lo que no encaja con una peste, que solía
provocar muchos o bastantes muertos, mucho más cuando la peste casi desapareció
en el s. XVIII.
Incluso en el Catastro de Ensenada
(1752), viendo todos los gastos del Ayuntamiento por quinquenios no aparece
reflejado ningún gasto por un refresco como agasajo a los vecinos (y vienen
indicados gastos por numerosos aspectos).
Sólo se señala un gasto de 20 reales que se pagan al predicador el día
de san Roque y 18 reales en “cuetes”.
Luego, la tradición de dar un refresco a
los vecinos tuvo que empezar en otro momento posterior, quizá en la 2ª mitad
del s. XVIII o ya en el s. XIX, pero entonces no se daba a los vecinos lo que se
les dará en el s. XX.
Yo pienso que el refresco era un acto simbólico: un agasajo a los vecinos por su
esfuerzo en las duras tareas de la recolección de los cereales durante el verano o un ejemplo que trata de
valorar lo que san Roque hizo con sus bienes, que los repartió entre los
pobres.
Así en 1847, para el día de San Roque,
como voto de villa que era en el pueblo, se fijó un presupuesto de los gastos
que podía hacer el Ayuntamiento, indicando también el refresco que debía darse, como era costumbre,
Se señala que el gasto será de 1 día
en comida, refresco y cena para el “orador” (el que predica en la misa) y para
el refresco: 10 libras de almendras retostadas, 4 libras de bizcochos de pan, 1
libra de azucarillos y el vino y resolí (licor de café, aguardiente, agua,
azúcar y canela) que se necesite.
Ese refresco era muy similar a la colación
que daban las cofradías a sus cofrades el día de la fiesta principal de la
cofradía.
Lo que por ahora desconozco es en qué
momento se empezó a dar lo que se da ya en el s. XX (pan, queso y vino) y dejó
de darse el anterior refresco.
No siempre se ha mantenido esa tradición, ya que durante 13 años, desde 1932 a 1944 (2ª República, Guerra Civil y primeros años de la Posguerra), no se produjo el reparto del pan y el queso y se suprimió la comida que desde tiempo inmemorial venían disfrutando el Ayuntamiento y autoridades locales con motivo de la festividad de San Roque, por las difíciles condiciones políticas y económicas de España.
Ya en agosto de 1945, la Corporación
aprueba
que el día de la Virgen haya una verbena popular en la plaza a las 12 de la
noche y que el día de San Roque, a las 7 de la tarde, se vuelva a dar el
pan, queso y vino a todos los varones mayores de 16 años, renaciendo así la
costumbre interrumpida por las circunstancias durante 13 años, y la
distribución de una limosna entre los pobres de la localidad.
También se acuerda volver a dar el día de
San Roque el refresco para el Ayuntamiento, funcionarios e invitados.
El culto a san Roque:
Por último, es necesario señalar que la
devoción a san Roque estaba muy extendida en toda España por su condición de
protector contra la peste, la enfermedad más recurrente y mortífera en la Edad
Media y Moderna.
Las epidemias más importantes de peste en
la Edad Moderna en España tuvieron lugar varias veces a lo largo del s. XVII,
mientras que la peste casi desapareció en el s. XVIII. Por eso, sospecho que es en ese siglo cuando
se inició el voto de villa a san Roque en Villamuriel, para honrarle mejor y conseguir
la protección del santo, sin que fuera necesaria una intervención especial del mismo
en el pueblo.
Ahora en la iglesia hay un retablo
dedicado a san Roque que fue realizado en 1771 por Francisco Tejedor, maestro
escultor y tallista de Palencia, pero en los libros de cuentas ya se cita otro
retablo dedicado al santo, que debió ser instalado en el siglo anterior y fue
sustituido por el actual, similar al que está en el otro extremo del crucero,
dedicado a la Virgen del Rosario.
6.- ¿LA RÍA FUE OBRA DE LOS FRANCESES?
Las personas mayores cuentan que sus
padres les decían que la ría la hicieron los franceses hacía muchos años.
Esta creencia es errónea, porque el ramal
del Norte del Canal de Castilla y parte de los ramales de Campos y del Sur se
construyeron en la 2ª mitad del s. XVIII y los citados canales se terminaron de
construir entre 1831 y 1849. En ninguno
de los 2 períodos de su construcción los franceses estaban ocupando España.
EL CANAL DE CASTILLA CERCA DEL SOTO ALBÚREZ
En 1796 Manuel Godoy (valido del rey
Carlos IV) firmó el Tratado de San Ildefonso con Francia y en 1807 una alianza
con la Francia de Napoleón para hacer frente a Inglaterra, pero esto no implicó
la presencia francesa en España hasta que se produjo la invasión de 1808.
En 1808 Napoleón invadió España y se inició
la Guerra de Independencia, manteniéndose la ocupación francesa hasta 1814. Pero en estos años no se construyó nada en el Canal;
al contrario, se destruyeron o se deterioraron parte de las obras del Canal por
la guerra.
Tampoco una empresa francesa construyó la
ría, ya que en el s. XVIII fue la Hacienda española la que pagó su construcción
con dinero procedente de las arcas del Estado y en el siglo XIX la empresa
constructora era española, la Compañía del Canal de Castilla, cuyos accionistas
eran empresarios españoles del círculo de Mª Cristina (madre y regente de
Isabel II, menor de edad).
La mano de obra empleada en las obras no
fue francesa, ya que en las del s. XVIII el Estado empleó a trabajadores de la
zona y a soldados españoles y en las del s. XIX la Compañía del Canal utilizó
varios miles de presos de las cárceles españolas.
ESCLUSA 33, JUNTO A LA FÁBRICA DE HARINAS
PUENTE SOBRE EL CANAL, ABAJO DE LAS ESCLUSAS DEL SOTO
Creo que esta leyenda pudo haber nacido en
la 2ª mitad del s. XVIII y transmitirse entre la gente de los pueblos en las
décadas posteriores.
Tal vez se basó en el hecho histórico de
que Carlos Lemaur, ingeniero francés contratado por el Estado español a ½ del
s. XVIII, hizo los estudios de campo en la cuenca del Duero y basándose en los
canales franceses elaboró los proyectos parciales para la construcción de los
diversos ramales del Canal de Castilla, los cuales sirvieron de base para que
Antonio Ulloa redactase el Proyecto General de los Canales de Navegación y
Riego para los Reinos de Castilla y León en 1753, que presentó al todopoderoso
Marqués de la Ensenada, Secretario (ministro) de Hacienda, Guerra, Marina e
Indias de Fernando VI.
Además, Lemaur dirigió la construcción de
los primeros 25 km del ramal de Campos entre Calahorra de Ribas y Paredes de
Nava, entre 1753 y 1754, y tuvo mucho contacto directo con los ingenieros
españoles y la mano de obra empleada en dicho ramal.
7.- ¿LA IMAGEN ACTUAL DE LA VIRGEN DEL MILAGRO ES LA ORIGINAL?
En los años 70 del siglo pasado empezó a
circular la noticia de que la actual imagen de Nª Sª la Virgen del Milagro no
es la que había en 1601, cuando la Virgen obró el Milagro de la Cera, y que la
auténtica imagen de la Virgen de la iglesia de Sta. María de Villamuriel se
encontraba en la iglesia de Allende el Río de Palencia.
¿En qué criterio se basaban esos rumores? En que las imágenes de la Virgen
anteriores al s. XVIII eran de cuerpo completo, no como la actual, que solo
tiene el tronco del cuerpo, muy básico, apoyado en un armazón piramidal de tablas, a lo
cual se han acoplado la cara y las manos de la Virgen.
El párroco de entonces en Villamuriel, D.
Teodoro Flores, y varias personas del pueblo se personaron en la parroquia de
Allende el Río y el párroco de ésta les confirmó que la imagen original de la
Virgen de Villamuriel estaba allí, arrinconada en un camarín, donde había otros
accesorios de la parroquia. Era una
imagen completa de madera policromada, vestida, con melena de pelo natural y un
rostro muy bello, pero en muy mal estado de conservación, y que tal vez por ese
motivo había sido retirada del altar de la iglesia.
El párroco se dirigió al canónigo
encargado del Patronato Diocesano de Patrimonio, D. Ángel Sancho, pero éste no
pudo confirmar lo que se estaba intentando averiguar, al no haber ningún
documento que certificara ese rumor. Por
ello, la imagen de Allende el Río siguió donde estaba y no fue devuelta a
Villamuriel. Probablemente dicha imagen
hoy ya no exista al haber pasado más de 40 años del intento de recuperarla.
A esto se puede objetar que, aparte de la
falta de documentación que acredite el cambio de la imagen, tal vez algunas
imágenes de la Virgen de finales del s. XVI ya eran como la actual de
Villamuriel y, por tanto, esta imagen es la misma que había en 1601.
Incluso, en los Libros de Cuentas de la
parroquia de fines del s. XVI ya se anotan gastos por el arreglo de la imagen
de Nuestra Señora y de sus ropajes que parecen indicar que la imagen era de
vestir, como la actual.
Algunas personas mayores de Villamuriel
nacidas a finales del s. XIX, que habían arreglado y vestido a la Virgen del
Milagro muchos años, dijeron a sus familiares que ellas siempre habían conocido
la imagen actual de la Virgen. Por
tanto, si se la había cambiado, tuvo que haberse hecho antes.
Entonces, ¿cuándo y por qué se trasladó a
la otra imagen de la Virgen del Milagro de su retablo de Villamuriel? ¿Fue durante la invasión
francesa (1808-14) para evitar que la quemaran o la robaran? ¿Era una imagen muy valiosa por su calidad
artística o por su importancia sentimental para los fieles de la parroquia?
¿Por qué se la llevó a la parroquia de Allende el Río, precisamente, en vez de guardarla en un lugar seguro del pueblo, y luego no se la volvió a traer a su parroquia de origen, una vez que desapareció la causa de su traslado? ¿Y por qué se la sustituyó por otra de estructura diferente y de menor valor artístico?
Son preguntas para las que por ahora no
encuentro una respuesta razonable y tal vez no la haya nunca, porque nunca se
la cambió.