LAS FACHADAS DE SANTA MARÍA Y SUS ROSETONES
1.- INTRODUCCIÓN
La iglesia de santa María
de Villamuriel dispone de 2 fachadas: la del norte (abierta en el 1º tramo de
la nave del Evangelio) y la del oeste (a los pies del templo).
FACHADA PRINCIPAL DE SANTA MARÍA DE VILLAMURIEL
Abiertas en el hastial
sur había otras 2 puertas muy sencillas, una en el 1º tramo y otra en el 3º
tramo de la nave de la Epístola, que comunicaban con una de las galerías del
patio central del palacio episcopal.
En el exterior del lado
sur del crucero (detrás del retablo de la Virgen del Rosario) se observa un
vano apuntado (que no llega al suelo), que comunicaría con las dependencias más
importantes del palacio por los capiteles y el arranque de los arcos de la
bóveda que aún se conservan.
PUERTAS EN EL HASTIAL SUR, DE ACCESO AL PALACIO EPISCOPAL
2.- LA FACHADA NORTE
La fachada del norte (que
mira al atrio y al pueblo) es la más decorada. Su portada, de trazado románico con
arcos de medio punto, está formada por 3 arquivoltas escalonadas, apoyadas en
sus respectivas jambas, de las cuales la 1ª tiene decoración naturalista, con
hojas de vid y racimos de uva. El intradós de la portada está decorado con
arquillos trilobulados, que ofrecen una bella imagen de la entrada al templo.
Fue restaurada en 1982,
en que las arquivoltas, capiteles y jambas fueron rehechos.
Por ella se accede al
atrio (cerrado por un muro de piedra de sillería), que fue utilizado como
cementerio eclesiástico en parte del s. XIX, cuando dejó de enterrarse en el
suelo de la iglesia desde 1832-33.
PUERTA ROMÁNICA, DE ACCESO DEL ATRIO AL TEMPLO
3.- LA FACHADA OESTE
La fachada principal
está a los pies del templo (mira al oeste).
Su portada es similar a la de la iglesia del Santo Sepulcro de
Jerusalén, aunque más sencilla. El
conjunto lo forma una doble puerta, cuyos arcos apoyan en el centro en una
columna gruesa, cuyo capitel está adornado con rosetas sobre un fondo de hojas.
Sobre la puerta hay una arquería ciega formada por 5
arcos apuntados, algunos de ellos apoyados en ménsulas. Para la
apertura del óculo bajo (el del coro) se rompió el arquillo central de esta
arquería.
ARQUERÍA CIEGA Y ÓCULO BAJO (del coro)
En esta fachada se abrieron 2 rosetones: uno en el 1º piso y otro en el 2º.
El rosetón bajo es más sencillo: un óculo con molduras. Este óculo se abrió para iluminar el coro mandado construir por el obispo Juan Ramírez Zapata a fines del s. XVI.
ÓCULO BAJO, DE LA ZONA DEL CORO
ÓCULO ALTO, DEL 2º PISO
En la parte superior se abre otro óculo, que corresponde a la fábrica original de la iglesia, de principios del s. XIII. Está formado por varios anillos concéntricos rehundidos. El anillo exterior está tallado y el interior está formado por 16 pequeños modillones huecos que forman motivos lobulados.
Este 2º rosetón iluminaba la zona de los pies de la iglesia y el pasillo que comunicaba las habitaciones del palacio episcopal situadas sobre la nave del Evangelio (a la derecha, visto desde el ábside) con las construidas encima de la nave de la Epístola (a la izquierda).
4.- EL ESTADO DE LAS VIDRIERAS DE LOS ROSETONES
El óculo inferior se
cerraba con una vidriera de 9 cristales cuadrados encajados en una armadura de
hierro y sujetos por junquillos de hierro.
La estructura exterior
e interior estaban muy
deterioradas, faltaban varias piezas de vidrio y otras estaban rotas, habiendo
sido sustituidas por cartones para evitar la entrada de las aves y la lluvia al
interior del templo.
El rosetón superior se
cerraba con una vidriera formada por 8 gajos que confluían en una pieza central
circular, que se podía abrir. Su
armadura de hierro exterior e interior estaban en mejores condiciones, pero
algunas piezas del cristal estaban rotas.
Al observar el mal estado de las vidrieras de esta fachada, Elena Pérez y Jesús Rey, feligreses de Villamuriel, pensaron en su reparación o sustitución para aportar seguridad a las mismas y evitar un deterioro de la fábrica de la iglesia por la acción de las aves y de las inclemencias del tiempo y a la vez dotar a la fachada principal de unos vitrales que dieran una mayor belleza y prestancia a la misma.
Y con su ilusión y conocimientos sobre la técnica de las vidrieras comentaron su idea con la
autoridad eclesiástica, que aceptó su ofrecimiento altruista. Elena, Jesús y Dativo Meneses (esposo de
Elena) se pusieron manos a la obra, elaboraron un proyecto base y prepararon
una muestra como referencia, a lo que varias personas expertas en restauración
de edificios religiosos y diseño dieron su aprobación.
El resultado de su minucioso y muy elaborado trabajo han sido 2 buenas vidrieras, dignas de un gran templo de los ss. XII-XIII.
BALAUSTRADA DEL CORO Y ROSETÓN DEL ÓCULO SUPERIOR
ROSETÓN DEL ÓCULO DEL CORO, YA ACABADO, EN EL TALLER
No es la 1ª vez que se ha restaurado alguna de las vidrieras. Así, en 1728, cuando se instaló el último órgano de la iglesia, se gastaron 75 reales en componer la vidriera del coro y cerrar las aberturas encima de la misma, según recoge el Libro de cuentas de esa fecha.
En muchas de las
catedrales e iglesias se han realizado restauraciones de sus vidrieras en los
ss. XIX y XX o en la actualidad, cuando su mal estado así lo ha requerido,
introduciendo vidrieras nuevas o con nuevos motivos decorativos.
5.- LOS AUTORES DE LAS VIDRIERAS
El encargado de diseñar
la estructura y disposición de las 2 vidrieras nuevas fue Dativo (esposo de Elena), ingeniero
industrial que domina la técnica del dibujo. Así, distribuyó las figuras
geométricas y los símbolos religiosos con precisión y armonía.
Para los dibujos
geométricos tomó como referencia las figuras de los libros de vidrieras, ornamentación
de edificios y de las alfombras. Las letras de los círculos centrales proceden
de las estampas y cuadros de temática religiosa cristiana.
Elena Pérez y Jesús Rey, ayudados por Dativo, construyeron los vitrales: eligieron los colores de los vidrios a utilizar, cortaron las piezas, las ensamblaron y colocaron en los rosetones.
Elena y Jesús se habían formado desde hacía años en la técnica de la vidriería, asistiendo a cursos de aprendizaje impartidos en Barcelona (en el caso de Elena) y en los Centros Sociales del Ayuntamiento de Palencia y Talleres sobre vidrieras del Ayuntamiento de Villamuriel (en el caso de Jesús) y de forma autodidacta leyendo libros sobre el tema. Elena también había impartido cursos de aprendizaje y formado a alumnos en Barcelona.
Y, a nivel práctico, antes
ya habían realizado numerosos trabajos para sí y para otras personas, como
vitrales, lámparas, adornos… y disponían de las herramientas y materiales
necesarios para este proyecto.
ELENA, JESÚS Y DATIVO TRABAJANDO EN EL TALLERLOS AUTORES CON EL ROSETÓN DEL CORO YA FINALIZADO
También colaboraron en el
montaje de las vidrieras en los óculos Avelino Rojo y Álvaro Rodríguez, vecinos
de Villamuriel.
6.- LOS MATERIALES E
INSTRUMENTOS UTILIZADOS
De los materiales
utilizados para las vidrieras, los más importantes son los vidrios.
Para las vidrieras
exteriores se utilizaron vidrios laminados de 6/6, que permiten el paso de la
luz y dificultan su rotura por cualquier acción vandálica.
Para las vidrieras
interiores se emplearon vidrios de color naturales (vidrios soplados, vidrios
catedral antiguos) y algo de vidrio impreso, que aportaron los autores de la
obra de su propio taller de trabajo o que compraron para esta obra. La gama cromática es amplia, destacando los colores verdes, azules, rojos, amarillos y naranjas.
Además, se ha utilizado
cinta de pegar para unir las piezas, barritas de estaño para sellar las uniones,
un bastidor de hierro para sujetar la estructura al muro de piedra y perfiles
de acero inoxidable para sujetar la vidriera al bastidor.
Como herramientas
destacan el cortador de vidrio, la pulidora y el estañador y barritas de
estaño.
7.- LA CONSTRUCCIÓN DE LAS VIDRIERAS
El proceso de
construcción de una vidriera es muy laborioso y de gran precisión. El trabajo se realizó en el taller de Jesús
Rey a lo largo de bastantes días, durante los meses de verano, aprovechando las
vacaciones respectivas. Se utilizó la
técnica Tiffany, que no utiliza emplomado para unir las diversas piezas, sino
cinta de pegar.
Las fases seguidas fueron
las siguientes:
Se desmontaron las
estructuras anteriores que cerraban los óculos para limpiarlas o cambiarlas.
Se tomaron las medidas de
los óculos que se iban a cerrar con las vidrieras nuevas.
Se hicieron los dibujos
de las mismas a escala y después se plotearon los diseños a unas plantillas de
papel del tamaño real que iban a tener.
MONTAJE DE LA VIDRIERA DEL ÓCULO ALTO
Se recortaron todas las piezas de cada plantilla, se calcaron en el vidrio elegido y se cortaron.
Se pulieron las piezas,
se las limpió y se las emplomó con cinta de pegar para unirlas y formar los
dibujos.
Se sellaron las uniones
con estaño, se las volvió a limpiar y se dio una pátina a las soldaduras para
oscurecer el estaño.
Se trasladó las vidrieras: una completa (con máximo cuidado, bien sujeta, entre aglomerados de madera y encintado) y la otra por partes y se las colocó sobre su bastidor de hierro, al que fueron atornilladas para darles sujeción.
8.- LA VIDRIERA DEL ÓCULO INFERIOR
En octubre de 2016 se
colocó la vidriera del coro. Es una
vidriera completa (sin junquillos interiores que la dividan en partes), de 1,40
m de diámetro, realizada utilizando la técnica Tiffany. Se compone de unas 2.500 piezas.
Su montaje en el taller y
su traslado y colocación en el óculo tuvo que realizarse con el máximo cuidado,
al formar un solo bloque (sin divisiones internas), que podía romperse al
mínimo golpe.
Está colocada sobre un
bastidor nuevo de hierro, sujeta a éste con un perfil de acero inoxidable y
pegada con varios puntos de silicona al borde de un vidrio exterior laminado.
La alfa y la omega son la
1ª y la última letras del alfabeto griego, utilizándose como frase de principio
y fin. En el Cristianismo aparecen en algunos manuscritos del Apocalipsis como
apelativo de Jesucristo y de Dios Padre (ambos son “el alfa y la Omega, el
Primero y el Último, el Principio y el Fin”) y desde antiguo se usan como un
símbolo cristiano.
Alrededor de la flor se
han colocado 8 arcos apuntados dobles (uno de color amarillo y otro azulado),
en cuyo interior hay 8 lazos (5 de color azul y 3 de color granate).
Enmarcándolo todo se ha
dispuesto una orla doble, de color amarillo y azul.
9.- LA VIDRIERA DEL ÓCULO SUPERIOR
En agosto de 2017 se
colocó la vidriera del pasadizo alto del coro. Es una vidriera de 2 m. de
diámetro, realizada también con la técnica Tiffany. Se compone de unas 3.500 piezas, algunas de
tamaño muy pequeño. Es una gran vidriera
por su diseño y la variedad de formas geométricas y colores.
En ella se aprovechó la
forja de hierro existente para fijarla al edificio y se la pegó con silicona al
borde del vidrio laminado exterior también existente, que fue desmontado y
limpiado y en el que se cambiaron algunos cristales rotos.
CÍRCULO CENTRAL DEL ROSETÓN ALTO
Está formada por 8 gajos, que contienen 4 figuras de flores tripétalas, de color naranja, en cuyo interior hay unos lazos azules, y 4 figuras trilobuladas, de color azul, en cuyo interior hay unos eslabones de cadena, de color naranja.
Los gajos concéntricos confluyen
en un círculo central (con 2 bordes, de color granate y naranja), que es una
ventanita que se puede abrir y cerrar.
En ella podemos ver la cruz de la Pasión y los símbolos de Jesucristo
Salvador de los Hombres (IHS), de color granate y amarillo.
Alrededor se dispone una
orla de 16 círculos muy pequeños (de borde azul oscuro y relleno blanco), que
contienen otras tantas estrellas de 8 puntas, azules y blancas.
10.- MATERIALES UTILIZADOS
-- Amplia información oral de Jesús Rey y Elena Pérez