miércoles, 5 de abril de 2017

REPERTORIO DE CRUCES DEL MONASTERIO DE CALABAZANOS


Ayer nos presentamos como Amigos del Patrimonio de Villamuriel a las religiosas clarisas del Real Monasterio de la Consolación de Calabazanos. En el recibidor, un cartel nos pone al tanto de que en estas fechas de Cuaresma y hasta la Pascua, las visitas están restringidas. En el torno nos atienden muy amablemente y exponemos con sencillez el motivo de nuestra presencia; en minutos nos reciben en el locutorio la hermana abadesa y dos religiosas más. Hablamos de la Asociación, de su puesta en marcha, finalidad y actividades; intercambiamos impresiones sobre el patrimonio del monasterio de lo que se ve y de lo que alberga en su interior. Por ambas partes surge una corriente de simpatía y de interés por colaborar en el futuro. El Monasterio de la Consolación es una de las joyas de Villamuriel y lo queremos cuidar y dar a conocer.
Por el tiempo litúrgico en que nos encontramos, por habernos presentado sin previo aviso, por los muchos elementos artísticos y patrimoniales de estilos diversos (gótico, renacentista, barroco...) arquitectónicos, de retablos, de lienzos, de imágenes y otros elementos del mobiliario, somos conscientes de que la visita no debe alargarse y acordamos en esta ocasión poner la nota cultural sobre cruces y crucifijos. En el monasterio todo tiene una simbología teológica; las mejores piezas son conocidas y reconocidas y aparecen en buenas publicaciones. En nuestro empeño de ser originales e ir formando nuestra base de archivos fotográficos sugiero pasar a las religiosas la cámara para que a voluntad tomen algunas fotografías en la clausura sobre piezas alusivas a la Pasión de Cristo. El material llega en pocos minutos con la mejor de las sonrisas y este muestrario devocional artístico e histórico. En el monasterio se conserva un rico repertorio de cruces de interés en cuanto a obras de arte, estilos y épocas, muestras significativas y documentadas por su importancia y trascendencia.
En nombre de Amigos del Patrimonio de Villamuriel, nuestra más sincera gratitud a las Madres Clarisas de Calabazanos por atendernos. 











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