EL CÓLERA Y OTRAS EPIDEMIAS
EN VILLAMURIEL EN EL S. XIX
INTRODUCCIÓN
En
los siglos anteriores al s. XX la mortalidad era muy alta en todos los países,
tanto por las enfermedades comunes como por las diversas epidemias que de forma
cíclica afectaban a la población, todo ello incrementado por la mala alimentación, la falta de higiene y la contaminación de las aguas de consumo.
Al no conocerse los agentes (bacterias, virus) causantes de las epidemias, se ponían en práctica remedios que generalmente eran inútiles y la epidemia sólo remitía cuando se aplicaban medidas estrictas de higiene o la gente más fuerte resistía y se inmunizaba a esa enfermedad.
Hasta el s. XVIII la epidemia más frecuente y más temida por todos fue la peste (bubónica o neumónica), que varias veces cada siglo atacó sobre todo a la población de las ciudades, especialmente las costeras, provocando decenas de miles y a veces millones de muertos.
En el s. XVIII la peste desapareció. Se señala que tal vez se debió a la desaparición de la rata que servía de reservorio para la bacteria que luego pasaba a las pulgas y de éstas a las personas o a una mejor alimentación e higiene de la población.
Pero hubo otras epidemias que en el s. XIX siguieron diezmando a la población española y, por tanto, también a la de Villamuriel: el cólera, la viruela, la difteria, el sarampión, la tos ferina o coqueluche, la escarlatina, el tifus, el paludismo, la disentería.
En el s. XVIII la peste desapareció. Se señala que tal vez se debió a la desaparición de la rata que servía de reservorio para la bacteria que luego pasaba a las pulgas y de éstas a las personas o a una mejor alimentación e higiene de la población.
Pero hubo otras epidemias que en el s. XIX siguieron diezmando a la población española y, por tanto, también a la de Villamuriel: el cólera, la viruela, la difteria, el sarampión, la tos ferina o coqueluche, la escarlatina, el tifus, el paludismo, la disentería.
EL CÓLERA
El cólera es una enfermedad
infecciosa causada por un bacilo (bacteria). Los enfermos muestran vómitos y
una excesiva diarrea sin tener apenas fiebre. Tras un periodo de incubación de
uno o dos días, la muerte se produce por deshidratación en menos de una semana.
En situación normal la enfermedad se
transmite por el agua y los alimentos.
La enfermedad llegó a Europa entre 1817 y 1823 procedente de la India, azotando diversas zonas de Europa a partir de esta fecha y llegando a provocar varios millones de víctimas
En España la mortalidad de los diferentes brotes de cólera causó unas 300 000 muertes en el periodo de 1833-1834, unas 236 000 muertes en 1854-1855, unas 120 000 en 1865 y otras 120 000 en 1885.
El temor al contagio, unido a las medidas higienistas, provocó que las inhumaciones fuesen muy rápidas y, con ello, los casos en que algunos cadáveres no estuvieran realmente muertos.
Cuando moría un individuo, el párroco hacía rápidamente el entierro y se llevaba el cuerpo al cementerio donde se depositaba hasta que pasaran las horas reglamentarias, para ser enterrados posteriormente. Desde el fallecimiento a la inhumación tan solo se permitían transcurrir seis horas como máximo y el único utensilio empleado por los sacerdotes para certificar la defunción era un pequeño espejo que acercaban a la boca para comprobar si tenía aliento vital.
Es posible que algún colérico fuese dado por muerto, pero algunos coléricos sobrevivieron porque sus cuerpos reaccionaron antes de ser enterrados; sin embargo, otros recuperaron la conciencia y la vida en las sepulturas y murieron dentro del ataúd.
Cuando moría un individuo, el párroco hacía rápidamente el entierro y se llevaba el cuerpo al cementerio donde se depositaba hasta que pasaran las horas reglamentarias, para ser enterrados posteriormente. Desde el fallecimiento a la inhumación tan solo se permitían transcurrir seis horas como máximo y el único utensilio empleado por los sacerdotes para certificar la defunción era un pequeño espejo que acercaban a la boca para comprobar si tenía aliento vital.
Es posible que algún colérico fuese dado por muerto, pero algunos coléricos sobrevivieron porque sus cuerpos reaccionaron antes de ser enterrados; sin embargo, otros recuperaron la conciencia y la vida en las sepulturas y murieron dentro del ataúd.
En 1884 el doctor Robert Koch
descubrió el bacilo causante de la enfermedad en las heces de los pacientes.en España el doctor Jaume Ferrán ensayó una vacuna un año después y fue
ampliamente criticado por científicos y políticos. En junio de 1919, en un
congreso internacional de higiene celebrado en París, fue aceptada
públicamente. Tras el descubrimiento de
Koch,
EL CÓLERA EN VILLAMURIEL
La epidemia de cólera afectó a los vecinos de Villamuriel 3 veces en el s. XIX: en 1834, en 1854-55 y en 1885.
La más catastrófica de todas fue la de 1834, que provocó la muerte de 53 personas (25 hombres y 28 mujeres), ¾ partes del total de fallecidos del año (71).
A veces murieron varios miembros de la misma familia: así sucedió con la familia Mínguez-Meneses (murieron el padre y 3 hijos) o varias veces el matrimonio. Entre los muertos hay apellidos que se repiten con frecuencia: Meneses, Mínguez, García, del Barco, Manuel, Nozal, Ruiz.
A veces murieron varios miembros de la misma familia: así sucedió con la familia Mínguez-Meneses (murieron el padre y 3 hijos) o varias veces el matrimonio. Entre los muertos hay apellidos que se repiten con frecuencia: Meneses, Mínguez, García, del Barco, Manuel, Nozal, Ruiz.
Los muertos fueron de todas las edades: 20 de más de 50 años, 17 de 21 a 50 años, 12 de menos de 5 años y 4 de 6 a 20 años. Las muertes empezaron el 19 de agosto y terminaron el 19 de octubre, siendo muy numerosas en agosto y septiembre. Hubo días de agosto y septiembre con 3 y 4 muertos.
Los enfermos de cólera que iban a morir sólo recibían los sacramentos de la Penitencia y la Extremaunción, pero no la Comunión.
Al morir, eran enterrados en el Camposanto anejo a la iglesia sin pasar 6 horas después de la muerte y sin solemnidad, para que fuese más rápido y así evitar el peligro de contagio. El oficio de entierro y misa se celebraba al día siguiente, ya sin el cuerpo presente.
Al morir, eran enterrados en el Camposanto anejo a la iglesia sin pasar 6 horas después de la muerte y sin solemnidad, para que fuese más rápido y así evitar el peligro de contagio. El oficio de entierro y misa se celebraba al día siguiente, ya sin el cuerpo presente.
Los otros episodios de cólera fueron menos agresivos en Villamuriel.
En el de 1854-55 sólo murieron por cólera 7 personas: 3 en 1854 (con un total de 57 muertos) y 4 en 1855 (de un total de 48 muertos). Fueron 5 hombres y 2 mujeres, todos adultos o jóvenes.
En el de 1885, de los 69 fallecidos del año, sólo 6 lo fueron por cólera, 5 hombres y 1 mujer, todos adultos o jóvenes.
Para el de 1865, en las partidas de defunción de la iglesia de Sta. María no consta ningún muerto por cólera en el pueblo entre las 38 defunciones de ese año.
Para el de 1865, en las partidas de defunción de la iglesia de Sta. María no consta ningún muerto por cólera en el pueblo entre las 38 defunciones de ese año.
LA DIFTERIA
La difteria, llamada antiguamente garrotillo, es una enfermedad infecciosa aguda epidémica, ocasionada por un bacilo (bacteria). Se caracteriza por la aparición de falsas membranas, firmemente adheridas, que se forman principalmente en las superficies mucosas de las vías respiratorias y digestivas superiores.
Ataca sobre todo a los niños menores de 5 años, pero causa peor efecto a niños de 6 años, y a los adultos mayores de 60 años.
Ataca sobre todo a los niños menores de 5 años, pero causa peor efecto a niños de 6 años, y a los adultos mayores de 60 años.
Se transmite a otros por medio del contacto directo por estornudos, garganta, piel, ojos o cualquier otro tipo de secreción de las personas infectadas.
Los síntomas principales son el dolor de garganta, un aumento leve de la temperatura corporal y ganglios linfáticos inflamados en el cuello. Además, se puede formar una membrana en la garganta.
Las lesiones se localizaban siempre en la faringe. Otras veces pasaba a las fosas nasales o a la laringe. La muerte se produce por septicemia o por estenosis laríngea (llamada crup).
Las lesiones se localizaban siempre en la faringe. Otras veces pasaba a las fosas nasales o a la laringe. La muerte se produce por septicemia o por estenosis laríngea (llamada crup).
LA DIFTERIA EN VILLAMURIEL
La difteria (desconocida antes en Villamuriel) apareció en junio de 1884 con un carácter benigno. Pero en agosto se produjeron nuevos casos en varios niños, que murieron a los pocos días. Entre ellos se encontraban un hermano (Francisco, de 5 años) y una hermana (Piedad, de 2 años)) de mi abuelo Zacarías (que entonces tenía 2 meses).
A los 15 días ya habían sido atacados 72 y más de 100 al mes. La epidemia se terminó a mediados de noviembre, con un total de más de 100 afectados, sobre todo niños de 2 a 12 años, aunque también niños de menos de 2 años y adultos de 20 a 30 años.
En Villamuriel fallecieron 29 de los 37 afectados graves: 15 de difteria faríngea y 14 de difteria laríngea. De ellos, 17 eran hombres y 12 mujeres. Entre los fallecidos había hijos de obreros, pero también de labradores ricos (familias Inclán Baquero, Inclán García, García Matía, García Rey).
Ese año de 1884 el número total de fallecidos se elevó hasta los 76, ya que también hubo muchos muertos por las enfermedades de todos los años (atrepsia, bronconeumonía, gastroenteritis) y algunos por tos ferina.
En opinión del médico titular, Francisco Simón Nieto, la epidemia estuvo muy relacionada con la situación de las corrientes de agua subterráneas y superficiales que atraviesan el pueblo, las cuales se nutren de las filtraciones del Canal de Castilla.
El canal se vaciaba durante el mes de julio para reparar los desperfectos del mismo. El año 1884 se vació el canal desde la esclusa 33 (junto a la fábrica de harinas) hasta Valladolid, quedando los arroyos (C/ del Caño, C/ del Corbo) de 2/3 partes del pueblo sin agua y con un fondo cenagoso, favorable al desarrollo de enfermedades infecciosas.
Fue en esa zona donde se propagó con más intensidad la difteria, mientras que en la otra zona del pueblo (cuyos arroyos siguieron teniendo agua) y en Miraflores, zonas habitadas por gente pobre, los casos de difteria fueron menores y más benignos.
LA VIRUELA
La
viruela es una enfermedad infecciosa
grave, causada por un virus. Es
un virus que solo afecta a humanos (en su variante infecciosa) y su transmisión
es mediante fluidos corporales y contacto directo.
Ha
sido la pandemia que más muertos ha causado en la historia de la humanidad (unos
300 millones) y además ha dejado a millones de personas
desfiguradas en el
mundo, ya que provoca la salida de
numerosas pústulas que dejarán una marca indeleble en la piel con casi total
seguridad.
Llegó
a ser tan mortal que tan
solo el 30% de los afectados conseguía sobrevivir, muriendo por las altas fiebres, deshidratación
y complicaciones derivadas.
La
primera vacuna, diseñada por E. Jenner en 1796, fue precisamente para tratar la
viruela.
Actualmente
se considera como una de las dos enfermedades erradicadas.
LA VIRUELA EN VILLAMURIEL
La viruela había aparecido en Villamuriel en 1869. En este episodio murieron por la viruela al menos 10 personas, ya que a veces el párroco no indica la causa de la muerte en la partida de defunción. De ellas, 5 eran adultos, 3 niños y 2 jóvenes.
Con el tiempo los infectados perdieron la inmunidad adquirida y además después nacieron nuevos niños, que en su mayoría no habían sido vacunados.
Una nueva epidemia llegó a fines de 1874 y duró hasta agosto de 1875. Esta epidemia diezmó la población de Villamuriel: atacó a 180 personas, de las que murieron más de 30, en su mayoría adultos, según indica el informe sobre Villamuriel del médico Francisco Simón Nieto, aunque en las partidas de defunción de Santa María el párroco sólo señala la viruela en 11 casos. Es posible que el resto fueran vecinos de Calabazanos y Venta de Baños (que pertenecían a la parroquia de Santiago de Calabazanos) o que el párroco de Sta. María a veces no indicó correctamente la causa de la muerte.
A partir de 1875 la vacuna se generalizó y a ello se unió la inmunidad adquirida por los afectados en la epidemia de 1875, por lo que, aunque volvió a aparecer con carácter epidémico en 1879, sólo murieron 2 personas (una mujer de 29 años y su hijo, no vacunado).
La epidemia de 1882 fue más benigna, ya que sólo atacó a 10 niños menores de 10 años, todos vacunados, de los que únicamente murió 1 (enfermizo).
EL SARAMPIÓN
El sarampión es una infección viral, altamente contagiosa, que afecta predominante a la población infantil y adultos jóvenes.
Se caracteriza por las típicas manchas en la piel de color rojo así como la fiebre alta y un estado general debilitado. En algunos casos de complicaciones, el sarampión causa inflamación en los pulmones y el cerebro que amenazan la vida del paciente.
El período de incubación del sarampión generalmente dura de 4-12 días, durante los cuales no hay síntomas. Las personas infectadas permanecen contagiosas desde la aparición de los primeros síntomas hasta los 3-5 días después de la aparición del sarpullido.
En el último tercio del siglo XIX se produjeron varias epidemias de sarampión, causando una gran mortalidad infantil. A lo largo del siglo provocó más de 80.000 fallecimientos.
El virus fue aislado en 1954 y la vacuna está disponible desde 1963.
EL SARAMPIÓN EN VILLAMURIEL
El sarampión apareció 3 veces en el pueblo entre 1877 y 1884 (1877-78, 1880-81, 1883).
La primera epidemia duró de septiembre de 1877 a marzo de 1878. Atacó a casi todos los niños menores de 8 años y a 7 adultos, con un total de 82 personas, entre las que sólo ocasionó 4 defunciones.
La de 1880-81 fue benigna, porque atacó a 21 personas y no provocó ninguna defunción.
La de 1883 duró de febrero a junio, atacó a 31 niños, de los cuales mató a 10 (la mayoría menores de 2 años), debido a los vientos fríos y húmedos de la primavera de ese año.
Además el sarampión originó complicaciones intestinales y broncopulmonares, que provocaron más muertes consecutivas que el mismo sarampión. La de 1877 provocó 22 muertes por enteritis. En la del 80 murieron 4 niños de enteritis. En la del 83 fueron 6 los muertos por enteritis.
LA ESCARLATINA
También conocida como fiebre escarlata, es una infección bacteriana provocada por un estreptococo.
La escarlatina hace que aparezca una erupción roja junto a fiebre y, en ocasiones, amigdalitis y faringitis. Afecta especialmente a los niños con edades comprendidas entre los 5 y 12 años, pero puede afectar a cualquier persona.
Hace un siglo, la escarlatina era una enfermedad recurrente y grave, sobre todo en la población juvenil, pero hoy día cada vez es menos frecuente debido a los avances médicos y la aparición de los antibióticos.
La escarlatina hace que aparezca una erupción roja junto a fiebre y, en ocasiones, amigdalitis y faringitis. Afecta especialmente a los niños con edades comprendidas entre los 5 y 12 años, pero puede afectar a cualquier persona.
Hace un siglo, la escarlatina era una enfermedad recurrente y grave, sobre todo en la población juvenil, pero hoy día cada vez es menos frecuente debido a los avances médicos y la aparición de los antibióticos.
LA ESCARLATINA EN VILLAMURIEL
La escarlatina se inició en
Villamuriel a principios de 1881, importada por un niño venido de Madrid, pasó a
la casa inmediata y en pocos días se extendió por todo el pueblo entre los
niños, de los cuales murieron 2.
Volvió a aparecer en 1883,
importada de Torremormojón, extendiéndose por las calles vecinas, contagiando a
8 niños menores de 5 años y provocando 6 muertes. La epidemia se extinguió pronto por las
rigurosas medidas de aislamiento y desinfección que se pusieron en práctica.
LA TOS FERINA O COQUELUCHE
La tos ferina o tosferina, también
denominada coqueluche, es una enfermedad infecciosa aguda sumamente contagiosa
de las vías respiratorias altas causada por una bacteria.
Se caracteriza por inflamación traqueobronquial y
accesos de tos violenta y
espasmódica con sensación de asfixia
que terminan con un ruido estridente durante la inspiración.
LA TOS FERINA EN VILLAMURIEL
Una epidemia de tos ferina se propagó en 1864 en
Villamuriel y, aunque en las partidas de defunción el párroco no indica casi
nunca la causa de la muerte, en la de algún niño sí señala que murió de tos ferina y apostilla que así sucedió con la mayoría de los niños
fallecidos. Por ello, se puede deducir
que al menos 20 niños murieron por esa enfermedad, de un total de 51 defunciones
en ese año.
La tos ferina volvió a
aparecer en 1877 y se convirtió en endémica en el pueblo por el estado de
humedad del suelo y del aire.
Tuvo carácter epidémico en
1881 y 1884, muy vinculado al sarampión, del que es coetáneo o al que siempre
sigue. Fueron 9 los niños
muertos por esta enfermedad, niños de poca edad y débiles físicamente.
EL PALUDISMO (MALARIA)
Es una
enfermedad producida por parásitos del genero Plasmodium y transmitida por
mosquitos hembra del genero Anopheles. También se puede producir un contagio directo entre humanos: una persona
embarazada lo transmite al feto o la
transmisión por transfusiones
sanguíneas de donantes que han padecido la enfermedad, El parásito no se descubrió hasta
1880 y lo hizo el médico militar francés Laveran.
Los síntomas son variados con fiebre de 8 a 30 días, acompañada o no de cefalea, dolores musculares, cansancio, sudoración nocturna y tos.
Los síntomas son variados con fiebre de 8 a 30 días, acompañada o no de cefalea, dolores musculares, cansancio, sudoración nocturna y tos.
En España la
malaria fue conocida casi siempre con el nombre de "tercianas" o
"fiebre terciana" (de 3 días), benigna, y en menor grado la fiebre
terciana maligna y la fiebre de cuatro días.
Fueron endémicas hasta la
mitad del siglo XX
Afectaba a la cuenca de Llobregat, Delta del
Ebro, Andalucía, Extremadura, Levante y las dos Castillas. No afectaba al Norte de
España.
Actualmente se producen 200 millones de casos anuales
en todo el mundo.
EL PALUDISMO EN VILLAMURIEL
Antes de 1880, en que se
desecaron 2 zonas pantanosas próximas al pueblo por el sur, las infecciones
palúdicas (fiebres intermitentes) eran constantes en el pueblo. Durante el verano y el otoño (debido al
calor y la sequía) esas zonas lacustres presentaban un lecho fangoso que propiciaba
que muchas personas fueran víctimas del paludismo: el más común era el
cotidiano en los jóvenes y el terciano en los adultos.
Una vez desecadas esas zonas
insalubres, las fiebres intermitentes fueron poco corrientes y menos rebeldes a
los tratamientos, produciendo solo 5 defunciones entre 1877 y 1884.
EL TIFUS
El tifus es un conjunto de enfermedades infecciosas producidas por varias especies de bacteria, transmitidas por la picadura de diferentes artrópodos como piojos, pulgas, ácaros y garrapatas que portan diferentes aves y mamíferos.
Hay 3 variedades de tifus: exantemático, abdominal y cerebro-espinal. El tifus se caracteriza por fiebre alta recurrente, escalofríos y cefalea.
Hay 3 variedades de tifus: exantemático, abdominal y cerebro-espinal. El tifus se caracteriza por fiebre alta recurrente, escalofríos y cefalea.
EL TIFUS EN VILLAMURIEL
La última epidemia de tifus se
produjo en Villamuriel y su comarca en 1869, año en que también atacó con
intensidad una epidemia de viruela y
hubo algunos muertos por fiebre
tifoidea. En ese episodio murieron 10
personas, de las cuales 6 eran adultos, 3 niños y 1 joven.
Después, ninguna de las
variedades de tifus afectó a su población, salvo el caso de un guardia civil en
1880, que se contagió al llevar a unos presos de Santoña, pero no contagió la
enfermedad a los compañeros y vecinos del pueblo.
LA DISENTERÍA
La disentería es un trastorno inflamatorio del intestino (gastroenteritis), especialmente del colon.
Los rasgos característicos de esta afección incluyen dolor abdominal y calambres, esfuerzos al defecar y sufrir frecuentemente diarrea acuosa o heces con sangre y moco. Si no se trata, la disentería puede ser fatal. El descubridor de su vacuna fue el médico Juan Planelles Ripoll.
La disentería es causada generalmente por una infección bacteriana o la infestación de parásitos, pero también puede ser causada por un irritante químico o una infección viral.
Los rasgos característicos de esta afección incluyen dolor abdominal y calambres, esfuerzos al defecar y sufrir frecuentemente diarrea acuosa o heces con sangre y moco. Si no se trata, la disentería puede ser fatal. El descubridor de su vacuna fue el médico Juan Planelles Ripoll.
La disentería es causada generalmente por una infección bacteriana o la infestación de parásitos, pero también puede ser causada por un irritante químico o una infección viral.
LA DISENTERÍA EN VILLAMURIEL
Esta enfermedad era la que más víctimas mortales generaba, después de la dipteria y el sarampión, sobre todo de niños enfermizos.
Se producía en agosto y septiembre, sobre todo en los niños de 3 a 6 años.
Su frecuencia y la difusión epidémica se debían a que los niños comían en exceso los tubérculos y raíces de plantas que crecían en la era (sobre todo por el hambre que pasaban las familias pobres y en otros casos por juegos de niños) y a veces debido al contagio.
NOTA DE LA DOCUMENTACIÓN UTILIZADA:
- Para realizar este artículo he utilizado las partidas de defunción de la parroquia de Sta María (para todas las fechas del s. XIX) y las partidas de defunción del Registro Civil de Villamuriel (sólo para las fechas del último cuarto del s. XIX),
- Para algunas epidemias también me he servido del estudio sobre Villamuriel que realizó el médico titular del pueblo, Francisco Simón Nieto.
- También he tomado alguna imagen del Diario Palentino del año 1884.
- Para las informaciones generales de cada epidemia he seguido sobre todo los artículos de la Wikipedia.