Se comenzó en 1838 y terminaría en 1872. Cuando vio la luz la obra literaria y gráfica en diez volúmenes, RECUERDOS Y BELLEZAS DE ESPAÑA se convietió en un referente, tanto por su intencionalidad estética como por sus cuidados textos.
LOS AUTORES
Francisco Javier Parcerisa Boada (Barcelona, 1803 - 1876) fue quien concibió y dirigió la colección, para la que realizó todas las láminas que la ilustran. A lo largo de dos décadas y media realizó 588 litografías a monumentos de toda la geografía española. Sus reproducciones, dibujadas casi todas del natural, con un punto de vista muy original y una libertad total en cuanto al tratamiento de la luz. Ya en la madurez se dedicó a la pintura. Sus cuadros descriptivos del interior de algunas catedrales le valieron algunas medallas artísticas.
José María Cuadrado Nieto (Ciudadela, 1819 - Palma de Mallorca, 1896) talentoso periodista, escritor, historiador y poeta entre otras capacidades. Fue de los escritores que mejor se adaptó a las pretensiones de Parcerisa de dar a conocer, literaria y gráficamente, las antigüedades, monumentos y ruinas de España. Ambos recorrieron buena parte del territorio acopiando material, en una época de inestabilidad social e incomodidades para viajar.
De la edición original, tomo 10 dedicado a VALLADOLID, PALENCIA Y ZAMORA salió una Segunda Parte dedicada a PALENCIA y editada en 1861. En el Índice de contenido del tomo y CAPITULO I. Tierra de Campos. De Dueñas á Palencia, páginas de la 15 a la 35 y hacia el final, el enunciado: Calabazanos, convento de Sta Clara. Insigne parroquia de Villamuriel.
Esta entrada es un particular homenaje de la asociación de Amigos del Patrimonio de Villamireol a tan insignes personajes de la historia y la cultura por inmortalizar nuestro pueblo en su gran obra.
"... Dilatadísimos y rasos horizontes, inmensas sábanas de mieses que ondulan como un mar agitado, en medio de las cuales asoman como navíos las torres parroquiales de sus villas, tal es la imagen que despiertan en la fantasía y el aspecto que presentan en verdad aquellos vastos graneros de Castilla, cruzados por el canal..."
"Basta cruzar la carretera y andar media hora escasa para trasladarse de la orilla del Pisuerga a la del Carrión, donde aparece un convento de religiosas dominando el corto pueblo y el fresco valle cuyo señorío tuvo hasta nuestros días. Llámase el pueblo Calabazanos...".
"Al revés de Calabazanos, carece de historia Villamuriel situada enfrente al otro lado del Carrión, pero en cambio puede figurar su parroquia entre los más insignes monumentos... Por cima de las bajas y dispersas casas del rústico pueblo descuella la robusta torre... Más allá asoma el octágono cimborrio, que ha barnizado de rojizas tintas el tiempo, y en cuyas ventanas, machones y canecillos juega la luz con la sombra pintorescamente. Data la obra de la época en que luchaban entre sí el arte bizantino y el ojival, y cada uno parece haberse reservado el ornato de una de las dos portadas."
"Penetramos en el templo: allí prevalece la gótica esbeltez sobre la románica gravedad... Todo es allí gentil, peraltado, piramidal; y los mismos muros, negando paso al espíritu para rastrear de un lado y otro, parece le obligan á remontarse al cielo."
Fuente: RECUERDOS Y BELLEZAS DE ESPAÑA. (Edición facsímil). 1981.
Redacción y fotografía: Montse Blanco.
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