jueves, 26 de noviembre de 2020

REINA Y DAMAS EN CALABAZANOS

REINA ISABEL I DE CASTILLA - DAMAS NOBILIARIAS
EN LA EXPANSIÓN DE LOS MONASTERIOS 

En el siglo XV la corona de Castilla era una de las dos grandes agrupaciones políticas en que se habían integrado la mayor parte de los reinos y territorios cristianos de la Península, el reino más poderoso y extenso de España. En 1474, Isabel I, mujer culta, inteligente y fervientemente religiosa asciende al trono de Castilla.

En tierras palentinas el mapa señorial y grandes linajes de la época Trastámara pertenecía a los Manrique, los Mendoza, los Fernández de Velasco, los Benavides, los Gómez de Sandoval, los Enríquez, los Osorio, los Zúñiga o los Acuña. Un reparto que no sufre alteraciones durante el reinado de los Reyes Católicos, y que en éste como en otros aspectos contribuyen a consolidar lo establecido. De hecho, hubo un sector de la nobleza que participó activamente en la vida de la corte al frente de altos cargos. Palencia era ciudad de importancia para los reyes a la que integraron en su esfera de poder, aunque respetando las formas de la jurisdicción episcopal.


En esta entrada hacemos referencia a la participación determinante de la monarquía hispana en la fundación de monasterios femeninos con la implicación de los linajes nobiliarios en concreto por ser uno de los grandes aspectos característicos de la acción del circulo de Isabel I de Castilla.
En relación con nuestro pueblo, el monasterio de clarisas de Calabazanos estaba dentro del conjunto de casas monásticas y conventuales palentinos que fueron objeto de especial atención y patrocinio por parte de la realeza y las familias nobles. Entre las causas favorecedoras de este fenómeno se encuentra el resurgimiento de la educación femenina, su presencia en las altas esferas intelectuales y su participación activa en el nuevo movimiento cultural renacentista.
Un ejemplo entre el grupo de mujeres castellanas brillantes de la época, la noble María Manrique de Lara Figueroa, mujer autónoma, humanista y adelantada a su tiempo, honrada en las cortes de España, Francia e Italia, admirada por su excepcional personalidad, cultura, habilidades, gobierno y administradora del patrimonio.

El monasterio de Calabazanos era lugar de especial recogimiento del que gustaba la reina Isabel y donde según la tradición pasó temporadas de retiro. De la casa de la reina dependían algunas damas que participaban en la vida personal y ceremonial, y en una intensa actividad literaria, cultural, política... El grupo cortesano de Isabel, mujer culta de las letras y las artes, pudo beneficiarse del ambiente erudito de la corte, tanto antes como después de su coronación.


SEÑAS DE IDENTIDAD DEL MONASTERIO DE  CALABAZANOS

La corte de la reina Isabel I especialmente, parece haber sido el ámbito de inicio de una política de promoción devocional con notas específicas, acentos que se focalizaron en la mariología y el culto eucarístico. Era parte de los nuevos paradigmas culturales y religiosos del paso de la Edad Media a la Moderna. Aunque fue la Inmaculada la devoción  mariana con mayor peso específico entre el circulo isabelino, la reina y algunas de sus damas se involucraron en la promoción de otro misterio mariano muy relacionado con éste y también debatido: la Asunción. Su culto constituyó una de las señas identificativas de la espiritualidad del monasterio de la orden de Santa Clara, Nuestra Señora de la Consolación de Calabazanos (Palencia), que gozaba de privilegio papal de 25 de octubre de 1463 para celebrar su oficio.

 

El monasterio de Calabazanos había sido fundado en 1446. En pocos años surge una incipiente congregación observante femenina de marcada personalidad y espiritualidad propia que acaba convirtiéndose en un instrumento de cohesión, visibilidad y proyección social de un sector de la aristocracia femenina castellana ligado a la reina Isabel por vínculos espirituales, de fidelidad, servicio y amistad originada en sus tiempos de infanta y de princesa. La Consolación, sin ser un monasterio de patronato regio estaba muy ligado a la reina y pertenecían al linaje fundador servidores suyos tan destacados como Gómez Manrique y su esposa Juana de Mendoza. Otras damas emparentadas o no con los patronos, acabaron profesando o enterrándose allí. 

En él monasterio se había hospedado doña Isabel varias veces y sobre él ejerció una autoridad peculiar: obtuvo licencia pontificia para que allí ingresasen mujeres por ella seleccionadas, incluso aunque estuviese completo el techo demográfico y se preocupó por favorecerlo: obtuvo de Roma algún importante privilegio litúrgico e hizo regalos como la cuna de terciopelo azul que se usó en la Representación del nacimiento de Nuestro Señor compuesta por Gómez Manrique.

La naciente congregación observante de Calabazanos, se alimentó de y, al tiempo, visibilizó e integró, la red de fidelidades nobiliarias femeninas de Isabel la Católica. Por otra parte, la casa de la reina acabaría siendo uno de los elementos que sostuvieron esta red religiosa con altas cuotas de autonomía, autosuficiencia y capacidad en la gestión patrimonial e institucional mediante la actividad de sus damas, las cuales, bien profesaban como monjas, fundaban nuevos monasterios, donaban bienes o incluían en las mandas testamentarias ser enterradas entre sus muros. La reina castellana valoraba mucho y fomentaría entre sus damas la educación, el saber, el conocimiento, la curiosidad innata, el aprendizaje en general y las relaciones humanas lo que les permitía una gran libertad de movimientos al estilo de la época. En el complejo conventual de Calabazanos se encuentra una edificación denominada "Palacio de la Reina.

 

De los muchos nombres y perfiles femeninos vinculados a Calabazanos que encajan en este relato señalamos a: 
Doña Leonor de Castilla. Fundadora. 
Doña Mencía Manrique de Lara.
Doña Isabel de Rojashija de la marquesa de Denia, doña Francisca Enríquez. 
Doña Inés Carrillo, viuda de Leonardo Manrique. 
Doña María Fernández de Córdoba, nieta de la marquesa de Villena. 
Doña María Dávila, fundadora de "las Gordillas" en Ávila. 
Doña Catalina Chacón Manrique. Monja en el monasterio en 1515. 
Doña Mencía de Ávalos. Monja clarisa fallecida en el monasterio de Calabazanos hacia 1480. Citada entre los benditos y venerables españoles en los Annales Minorum franciscanos. 
Doña Inés ManriqueHija de Pero Manrique, Conde de Paredes y de Leonor de Acuña. Inés, Camarera mayor de la Reina Católica y haya del Rey Felipe II celebra su boda el 24 de noviembre de 1491 con Juan Chacón, Mayordomo mayor de Isabel I. Inés fallece el 22 de abril de 1535, siendo sepultada en el coro de las religiosas del Monasterio de Santa Clara de Calabazanos.


Fuentes del texto:
- Religiosas Clarisas de Calabazanos.
- Las damas de Isabel I de Castilla en los Debates del Humanismo sobre la autoridad y el poder de las mujeres". María del Mar Graña Gil. Universidad Pontificia Comillas. Madrid.
Condesas de Paredes: Señoras de su casa y camareras de la Reina. Frédérique Sicard   (Universidad de Caen, Erlis, Francia.
- El Real Monasterio de Nuestra Señora de la Consolación de Calabazanos. Enrique Gómez Pérez y Ángel Sancho Campo.
- Historia de Palencia. Julio González.
- Isabel I de Castilla. Una reina para la historia 1451-1504. Santiago Vázquez.
- Historia de Castilla y León. Ámbito Ediciones. S.A.
- Genealogía y Heráldica. Historia Genealógica de la Casa de Lara. D. Luis de Salazar y Castro.

- Redacción y fotografía. Montse Blanco.

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