EL BARRIO DE MIRAFLORES
"Al noroeste de Villamuriel y al lado derecho del canal se encuentra un montículo que, apoyándose en las cuestas del Oeste, desciende paulatinamente hasta tocar en las márgenes de aquél. En esta elevación y extendidas en un espacio lineal que no bajará de 800 metros se encuentra la segunda agrupación urbana de las que forman este distrito. Está constituida por numerosas viviendas subterráneas donde se albergan 128 individuos. Estos, en su totalidad braceros... luchando por el elevado precio del alquiler de las casas, diéronse hace veinte años a construir lo que aquí se llaman cuevas ó garitas donde pudieran guarecerse...
Siguiendo el ejemplo de otros pueblos de este país, aprovecharon para sus fines la dura consistencia del terreno de esta loma, no diremos que para edificar, sino para horadar la tierra en cuyo seno se guarecen".
El texto es copia del libro -Apuntes para el Estudio Médico-Topográfico de Villamuriel de Cerrato (Palencia) y del Valle del Carrión por D. Francisco Simón y Nieto, (página 62) publicado en 1886. La obra fue premiada con medalla de oro por la Real Academia de Medicina y Cirugía de Barcelona en el Concurso de 1885. Este dato, nos da la referencia más aproximada que hemos encontrado del nacimiento de este peculiar barrio villamurielense y deducimos que fue hacia la segunda mitad del siglo XIX cuando Miraflores se habitó. En aquella época el conjunto de construcciones urbanas que constituían la villa eran tres: Villamuriel, Calabazanos y la mencionada Miraflores.
El texto es copia del libro -Apuntes para el Estudio Médico-Topográfico de Villamuriel de Cerrato (Palencia) y del Valle del Carrión por D. Francisco Simón y Nieto, (página 62) publicado en 1886. La obra fue premiada con medalla de oro por la Real Academia de Medicina y Cirugía de Barcelona en el Concurso de 1885. Este dato, nos da la referencia más aproximada que hemos encontrado del nacimiento de este peculiar barrio villamurielense y deducimos que fue hacia la segunda mitad del siglo XIX cuando Miraflores se habitó. En aquella época el conjunto de construcciones urbanas que constituían la villa eran tres: Villamuriel, Calabazanos y la mencionada Miraflores.
ARQUITECTURA POR SUSTRACCIÓN
Tipificadas como viviendas "troglodíticas" u otros nombres y adjetivos más o menos llamativos garitas viene sencillamente a decir que no fueron construidas sino que aprovechando las características del suelo, la vivienda tomaba la forma a razón de la paciente y trabajosa excavación-sustracción de la tierra a poca profundidad, hacia dentro y hacia derecha e izquierda de la ladera.
Tiempo de laboreo, esfuerzo físico y unas pocas herramientas manuales componían el equipo de la ingrata función de horadar la tierra y procurar solidez a cada hueco. La "garita tipo" siguió patrones similares a las de otras zonas del Cerrato. Iban superpuestas las unas a las otras por la lógica de la inclinación natural de la cuesta. Las dimensiones de los espacios habitables eran pequeños; el número de dependencias, ajustadas a las posibilidades económicas y al número de miembros de la familia. Carecían de luz y de agua corriente que se acarreaba del canal.
Si arquitectura tradicional es la que conforma un paisaje y los escenarios de una parte de la historia en armonía con el medio, expresión de un grupo humano y testimonio de la vida de un pueblo, las cuevas de Villamuriel encajan en esta definición con algunos matices. Este barrio nació de la necesidad inmediata de personas muy humildes de tener un lugar para vivir. En el tiempo, algunos decidieron permanecer y establecerse y varias generaciones ocuparon las casas horadas. Las últimas garitas se abandonaron como viviendas en los años 60.
El autor arriba mencionado describe las viviendas con estas referencias: "la boca-mina en horizontal, permite entrar en un vestíbulo de dos metros de anchura por tres de longitud. A derecha e izquierda dos aberturas estrechas y bajas conducen por un lado a la cocina, sitio de residencia durante el día, y por el otro al dormitorio... en el fondo del vestíbulo una cuadra para el pollino y un criadero para conejos... tienen una sola entrada y dos ventanas pequeñas... logran conciliar de una manera económica la necesidad de evitar el viento y de proporcionarse luz... Justo es consignar que algunas de estas viviendas presentan un aspecto aseado; las paredes están blanqueadas, el piso embaldosado y las habitaciones son más espaciosas y en mayor número...
Fotografía: La segunda es de Zacarías Díez y el resto, de Montse Blanco tomadas en este verano de 2017 sobre restos de garitas tal y como hoy se encuentran.
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