"COMPARTIR EL PATRIMONIO-COMPARTIR LOS VALORES"
Se está celebrando en Berlín (Alemania) la Cumbre Europea del Patrimonio Cultural del 18 al 24 de junio de 2018, Año Europeo del Patrimonio Cultural con el lema "Compartir el Patrimonio-Compartir los Valores". Esta conmemoración entre otros fines pretende reforzar el valor del patrimonio para la sociedad y la importancia de salvaguardarlo para las generaciones futuras. En este contexto y con nuestros recursos locales, hemos disfrutado de un intercambio creativo con escolares a fin de fomentar el reconocimiento de nuestra identidad patrimonial y cultural desde las edades más tempranas. El marco elegido fue en esta ocasión la iglesia parroquial Santa María la Mayor de Villamuriel.
Afortunadamente, en nuestros días, la relación entre el patrimonio y la educación va en aumento y diríamos que es de de gran actualidad cuando desde las instancias más competentes se afirma que existe una clara tendencia hacia la revalorización de los bienes patrimoniales y a su utilización como recurso educativo a todos los niveles de la cultura.
A poco que se profundice en el tema, encontraremos que buena parte de este interés viene incentivado por un mayor grado de sensibilidad de grupos de ciudadanos y la presión que ejercen para rescatar y dignificar los bienes patrimoniales e implicar en ello a las diferentes administraciones públicas. Creer en "las enormes posibilidades que se abren al convertir los bienes del patrimonio en auténticos y poderosos recursos al servicio de la escuela, al servicio de la educación, y al servicio del ocio cultural como forma cada vez más popular de ocupar el tiempo libre por parte de los ciudadanos" que diría el experto.
Y con éste ánimo, esta ilusión y la mejor voluntad se gestó como actividad para éste final del curso escolar un encuentro con el profesorado del colegio público Gómez Manrique de Calabazanos que en la mañana del pasado lunes se acercaron al casco antiguo de Villamuriel acompañados de un nutrido grupo de alumnos para conocer la iglesia Santa María la Mayor.
Puntualmente nos encontramos en la portada del templo donde se hizo la recepción y punto de arranque de la aventura de "buscar".
La primera actividad consistía en buscar diversas figuras en el arco de entrada al tiempo, Abraham Nieto, anfitrión, daba las claves: avistar unas letras, la cabeza del hombre y del perro, reconocer los relieves, la forma, las medidas...
Una vez en el interior, otra serie de consignas a descubrir que iba a mantener a los niños activos, entretenidos y hasta divertidos. Buscar las marcas de los canteros en las piedras, los dragones, la gallina con cara de mujer y la señora con cara de gallina, y más caras humanas y de animales por las alturas y la puerta más vieja del templo... y entre sencillos comentarios de historia y la libre circulación por el recinto con el único requerimiento de evitar "correr", los escolares cumplieron con creces y disciplina su cometido mediante la vivencia directa, la observación y la celebración entusiasta a cada nuevo descubrimiento. Al tiempo, se les iba explicando en lenguaje sencillo y breve el significado de algunos elementos constructivos e imágenes (arquitectura, dimensiones, cuadros, retablos, imágenes...) y dando respuesta didáctica a cada pregunta espontánea.
La visita finalizaba en el recinto del coro donde disfrutaron de unas vistas magníficas del templo y de la Exposición "La Biblia en un click".
En resumen, el planteamiento y la acogida se adaptó a la edad de los visitantes, y de ahí, que la premisa de los anfitriones y de las profesoras que los acompañaron fuera relativizar el hecho cuantitativo del grupo y dar prioridad a la calidad de la visita por su valor educativo y formativo. Que los niños identifiquen estos lugares como espacios amables, interesantes, atractivos, donde pueden moverse y aprender; que sean parte del hoy de sus vidas, y que se emocionen ante ellos y se lo cuenten a sus mayores tal y como ellos pudieron entender las cosas que encontraron entre los muros de Santa María. Una mañana diferente, una experiencia interesante, motivadora, enriquecedora y con intenciones de futuro.
Con mis saludos y gratitud a cuantos lo hicieron posible.
Texto y fotos de Montse Blanco.
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