LAS YESERAS DE VILLAMURIEL
1.- INTRODUCCIÓN
A.- LAS ROCAS SEDIMENTARIAS:
Una roca es una masa
en estado sólido, que se forma de material mineral y se presenta de forma
natural como componente del planeta. Las rocas se encuentran en el manto y la
corteza terrestre. Todas las rocas
parten de una masa de material fundido a grandes temperaturas y que se
encuentra debajo de la corteza terrestre, que es el magma.
Una vez que las rocas
llegan a la superficie, se someten a un constante proceso de erosión y desgaste
debido a los procesos de la meteorización y los agentes erosivos.
Los agentes externos
como el agua, el viento o el hielo, ayudados de la fuerza de la gravedad,
transportan los materiales erosionados y los depositan en lugares más bajos,
formando de esta forma los sedimentos.
Los sedimentos se van depositando unos sobre
otros en los lugares más bajos, formando de esta forma los estratos del suelo.
PÁRAMO Y LADERAS
Los sedimentos son convertidos en rocas sedimentarias por un conjunto de procesos como la compactación o la precipitación química.
Si se forman por compactación de los sedimentos,
se clasifican en: arcillas o calizas (si los gránulos son finos), areniscas (si
son intermedios) y conglomerados (si son grandes).
B.- EL YESO NATURAL O ALJEZ
En estado natural el aljez, piedra de yeso o yeso crudo, contiene
79,07 % de sulfato de calcio anhidro y 20,93 % de agua y es
considerado una roca sedimentaria, incolora o blanca en estado puro.
El yeso, como producto
industrial y material de construcción, es sulfato de calcio hemihidratado, también
conocido como yeso cocido o yeso de París. Se elabora a partir del mineral natural denominado aljez mediante deshidratación,
calentando el aljez a temperaturas entre 100 y 200º o superiores, según el tipo
de yeso que se desee obtener.
Se comercializa molido, en forma de polvo, que una
vez amasado
con agua, puede ser utilizado directamente. La forma de yeso industrial más
pura y de grano más fino se denomina escayola.
2.- LAS YESERAS DE VILLAMURIEL
A.- LOCALIZACIÓN
Las
yeseras son minas de yeso que se encuentran en las laderas del páramo, situado al oeste del pueblo, las cuales pertenecen al Ayuntamiento, y están distribuidas en 4 zonas: la zona del Mirón, la del
Pedracho, la del Pino y la de Valdiré.
Muchas
de las yeseras fueron excavadas a mano en los años 40 y 50 del s. XX, pero ya
hay alguna referencia documental de su existencia en el s. XIX, porque en 1875
Pedro de Fuentes, de profesión yesero, falleció por un hundimiento de la yesera.
LADERAS DEL PEDRACHO
LADERAS DE VALDIRÉ
Las
de la zona del Mirón se encuentran a 1
km. de distancia del camino que sube al páramo, a media ladera. De éstas, unas
miran al Pedracho y otras al Cotarro del Moro.
Las
que miran hacia el Pedracho se distribuyen en 2 niveles: 24 en el 1º nivel
y 12 en el 2º, unos 5 m. más
arriba. Primero se abrieron las de
arriba y más tarde las de abajo. Las 7
que miran al Cotarro del Moro, llamadas de
Pedro Mocha, están en un solo
nivel. En estas últimas había un horno
en la 1ª yesera para fabricar allí el yeso.
Desde estas yeseras hay una vista panorámica de Villamuriel excepcional: se puede ver el pueblo, la fábrica Renault y el valle del río Carrión.
CAMINO DE SUBIDA A YESERAS DEL MIRÓN
YESERAS DEL MIRÓN
Las
del cañal del Pedracho son solamente 3 yeseras, en un único nivel, conectadas
entre sí, a la misma altura que las del Mirón.
A ellas se puede acceder desde el camino del Pedracho o por una senda a
300 m. desde las del Mirón.
Encima
del Pino, a media ladera y a unos 100 m. a la izquierda del final del camino del
Pedracho, hay otras 10 yeseras, situadas en un solo nivel, llamadas de
Clemente, porque él se encargaba de su explotación con obreros.
En
Valdiré, entrando por el camino del
Rocadero, a unos 2 km.se coge un camino que por la cañada sube al páramo de
Villamuriel y a la mitad de la cuesta hay 50 yeseras, 25 a la derecha y otras 25
a la izquierda, colocadas en 3 niveles en cada lado.
CAMINO DE SUBIDA A YESERAS DE VALDIRÉ
YESERAS DE VALDIRÉ
B.- ¿CÓMO
SON LAS YESERAS?
En
las yeseras del Mirón la puerta de entrada tiene 1,7 m. de alta y de 3 a 3,5
m. de ancha. Alguna tiene la entrada mirando al Pedracho y da la vuelta
para salir con vistas al Moro. Están
separadas entre sí de 2 a 3 m.
Unas
se componen de una nave con una profundidad entre 25 y 100 m y una anchura
entre 3,5 y 5,5 m. Otras están divididas
en tramos con pilares de roca natural, cada 5-6 m., que soportan el techo. Suelen tener excavado hasta una altura de 1,7
m., o sea, la de una persona de estatura media.
La
mayoría hoy se encuentran en buen estado de conservación, excepto las de Pedro
Mocha, bastantes de las cuales tienen
hundida la entrada o zonas del interior.
INTERIOR DE OTRA YESERA DEL MIRÓN
Las
3 yeseras del Pedracho tienen una entrada de 3 a 4 m. de ancho y 1,7 a 2 m. de
alto.
Cada
una se compone de una nave, estando conectadas entre sí por medio de pasillos.
La yesera central (unos 25 m. de fondo) es más profunda que las 2 laterales
(unos 17 m.). Su anchura oscila entre
los 3,5 y los 4,5 m. Su altura es de
1,65 m., de los que 1,2 m. corresponden a la veta del mineral de yeso.
Se
encuentran en muy buen estado de conservación y por ello son perfectamente
visitables.
INTERIOR DE YESERA 2 DEL PEDRACHO
En la zona del Pino, 4 de las yeseras tienen una entrada bastante más grande que las demás (2 tienen 3,5 m. de alto por 4,5 de ancho, otras 2 tienen 1,65 m. de alto por 5,5 de ancho). Las otras 6 tienen la puerta con la altura y anchura similares a la mayoría del Mirón. La separación entre ellas es de 2 a 5 m.
Las
4 grandes son bastante profundas, con una longitud entre 30 y 40 m. Tienen una anchura entre 4,5 y
6 m y una altura entre 1,6 y 2,3 m. de alto, lo que indica que aquí la veta de
aljez es más ancha.
Las
grandes están en un estado de conservación bastante bueno. Varias de las demás
tienen la entrada bastante hundida y se
accede a ellas con dificultad.
INTERIOR DE YESERA DEL PINO
Las
yeseras de Valdiré son muy poco profundas y muy bajas (la entrada no tiene más
de 1,5 m de alto), de forma que hay que agacharse para poder entrar en ellas. Están
comunicadas entre sí. Estas tienen más rabillo, de color tostado, pero mezclado
con aljez. Ahora muchas se encuentran
bastante hundidas y no se puede ni
entrar. En la zona de yeseras de la
derecha había un horno para cocer el aljez.
INTERIOR DE YESERA DE VALDIRÉ
C.- LA
EXTRACCIÓN DEL ALJEZ
El
aljez se encuentra en el 3º nivel de depósitos sedimentarios del valle del
Carrión, entre capas de margas, a 20-30
m. de la cumbre del páramo.
De
ellas se sacaba el aljez, roca blanca de piedra blanda, que se encontraba en
vetas de 1 a 1,2 m. de espesor. Con el aljez se fabricaba yeso tosco. El resto excavado, al ser gredas que no
servían, se dejaba allí en los laterales como escombro.
En
las yeseras de otros pueblos hay rabillo cristalizado o cristal de bruja, que
sirve para hacer yeso fino, pero en las yeseras de Villamuriel el rabillo es escaso y está mezclado con el
aljez, que solo sirve para hacer yeso tosco.
VETA DEL ALJEZ EN YESERA DEL PINO
Para
sacar el aljez se hacían pequeñas voladuras con cartuchos de dinamita. Para
ello, se hacía un hueco en la parte alta de la pared de la mina llamado “pollo”
y, más abajo, en la misma pared, se hacía un agujero de la misma profundidad
que el pollo con una barrena o una barra en pico, en el cual se metían 1 o 2
cartuchos de dinamita. Cuando explotaba
la dinamita, la pared se cuarteaba y ya se podía sacar el aljez con palas o
picando la roca.
Allí
trabajaban bastantes personas de Villamuriel: los hermanos Garrido, los
hermanos Seco, los de la Gala, los Mocha, los Martín.
Luego
se sacaba fuera de la mina con carretes para cocerlo en los hornos que había en
las mismas yeseras o por medio de rampas cargarlo en las carretas, remolques o
más tarde en los camiones de 5-6 Tm (utilizados antes, en la Guerra Civil) y
bajarlo a la fábrica de yeso.
Clemente
bajaba el aljez desde las yeseras de Valdiré y del Pedracho hasta la orilla de
la ría o hasta la fábrica de yeso con una carreta o con un remolque tirados por
bueyes. Pero los que explotaron las
yeseras del Mirón, a mediados del s. XX, lo bajaban en camiones.
D.- LA
FÁBRICA DE YESO DEL MORO
Inicialmente
el yeso se fabricaba en el horno que había en el exterior de las yeseras, como
sucedía en las yeseras de Valdiré o en las de Pedro Mocha. Pedro Mocha y su hijo Justo sacaban el aljez de las yeseras situadas frente al Moro, lo cocían en un horno al lado de la 1ª yesera y el yeso lo vendían en el almacén del Corro o en su propio domicilio de la C/ Alberto Gómez Arroyo.
Pero
a mediados del s. XX se levantó una fábrica de yeso en la zona del Corro del
Redentor, en el lado izquierdo del camino que subía al páramo. Era propiedad de Urbano Fernández Suárez (empresario
de León), que la construyó y gestionó hasta mediados de la década de 1950, para
después alquilársela a Félix Carpintero y Daniel Morquillas, vecinos del
pueblo.
Esta fábrica suministró de forma regular el yeso utilizado en la construcción de las Casas Nuevas de Villamuriel a mediados del s. XX. La fábrica se mantuvo abierta hasta la década de 1960.
Esta fábrica suministró de forma regular el yeso utilizado en la construcción de las Casas Nuevas de Villamuriel a mediados del s. XX. La fábrica se mantuvo abierta hasta la década de 1960.
En
ella había un almacén para el aljez, 2 hornos para cocer el aljez y 1 almacén
para el yeso final.
El
aljez se cocía en 2 hornos calentados durante unos 2 días con madera de encina
(procedente de las cortas del monte de
Palencia). Luego se machacaban las
piedras de aljez cocido, se cribaba con 2 cribas movidas a motor para sacar
yeso tosco de 2 calidades.
En
la fábrica también se hacía yeso fino, utilizando el rabillo traído en bloques
de las yeseras de Tariego.
El
yeso tosco y el fino se envasaban en sacos de papel atados con un cordel y se
vendía a las empresas de construcción o a particulares.
El
rabillo de estas yeseras lo cogía la gente para calentarlo en algún horno (el
de las panaderías del pueblo) y obtener yeso fino y así jalbegar las casas o
las garitas.
FACTURA DE SUMINISTRO DE SACOS DE YESO A LAS CASAS NUEVAS (1949)
E.- LAS
YESERAS Y EL CHAMPIÑÓN
En
los años 60, una vez que se cerró la fábrica de yeso, dejó de extraerse el
aljez de las yeseras y pocos años después una empresa de Logroño alquiló al
Ayuntamiento las yeseras del Mirón, las del Pedracho y las del Pino para
cultivar champiñón, ya que en el interior de las mismas hay una temperatura
estable de 12-14º, tanto en invierno como en verano, y, como muchas de ellas
están conectadas entre sí, circula el aire y permite airear los cultivos.
YESERA DEL MIRÓN SEMBRADA DE SETAS
En
los años 70, el cultivo del champiñón en
las yeseras lo continuaron realizando Jose y Ángel, que a finales de esa década
compraron el solar donde estaba la fábrica
de yeso y construyeron naves nuevas para
cultivarlo.
Como
entonces no había medios para refrigerar las naves durante el verano, desde
mayo a octubre, siguieron utilizando las yeseras por reunir las condiciones
climáticas adecuadas para su cultivo y así poder seguir atendiendo la demanda
del mercado. Utilizaron para ello las yeseras del Mirón, las del Pedracho y las
del Pino.
Incluso
un verano llegaron a utilizar algunas de las garitas, ya abandonadas en la
década de 1970, para sembrar el champiñón en verano, pero después desistieron
de hacerlo, porque las garitas no tenían buena aireación y planteaban muchos
problemas para su cultivo.
Pero
el cultivo del champiñón en las yeseras necesitaba mucho trabajo manual, ya que
había que subir a las yeseras con un tractor y remolque el abono (mezcla de
paja y gallinácea), hecho abajo en una nave abierta, junto al canal de
Castilla, meterlo en las yeseras hasta la zona adecuada y sembrar el champiñón.
Más tarde, ya no subían la paja a granel, sino que en la nave de abajo hacían
sacos con el abono y los subían ya sembrados de champiñón a las yeseras.
NAVE DEL MORO PARA PREPARAR ABONO PARA LAS SETAS
Después había que cortar el champiñón, meterlo en jaulas, sacarlas de las yeseras,
bajarlas con la camioneta hasta el almacén de las naves y prepararlo para su
distribución en el mercado. Gran parte
de estas tareas se tenían que hacer en condiciones difíciles por la escasa
altura de las minas.
También
hubo que tapiar la entrada a las yeseras con ladrillo y una puerta de madera
cerrada con un candado para garantizar que nadie ajeno a la empresa entrara en
las yeseras y perjudicara al cultivo o robara el champiñón.
Luego
había que limpiar las yeseras, sacando el abono utilizado, que ya no servía
para una nueva plantación, y los residuos generados en el cultivo anterior y
así dejarlas listas para una nueva siembra o para el verano siguiente.
Normalmente cambiaban el abono de las yeseras cada 2 meses.
Para
que el tractor y la camioneta pudieran acceder en las condiciones adecuadas a
las yeseras tuvieron que ensanchar y nivelar los caminos de acceso a las
mismas, pero, cuando llovía en verano, el suelo de greda de los caminos hacía
difícil la subida y bajada de los vehículos.
Hoy
día, la empresa de Ángel todavía sigue utilizando la mayoría de las yeseras del
Mirón para cultivar setas pleurotus en verano. El resto ya han sido abandonadas
por ser muy bajas o estar bastante hundidas y plantear peligro para las
personas o por no ser ya fácilmente accesibles al haberse deteriorado mucho el
camino de acceso por el agua de las tormentas.
A
partir de noviembre y hasta mayo ya no utilizan las yeseras, sino que la
siembra se realiza en las 2 naves nuevas del Corro del Redentor. Tanto en las naves como en las yeseras ahora se
utilizan sacos que ya vienen sembrados de fábrica, sirviéndose de una camioneta para subir los sacos y otros materiales y bajar las setas
al almacén del Corro.
3.- DOCUMENTACIÓN UTILIZADA
-- Varias páginas de Internet para la introducción
-- Información oral de varios vecinos de Villamuriel
-- Trabajo de campo del autor del artículo
-- Facturas de la construcción de las Casas Nuevas de Villamuriel, de los fondos de la Obra Sindical del Hogar, del Archivo Histórico Provincial de Palencia.
-- Fichas urbanísticas de Villamuriel, de1947, del Archivo Histórico Provincial de Palencia, para el
plano de la fábrica de yeso
-- Fotografías y planos, obra del autor del artículo
Publicado por Zacarías Diez García, miembro de la Asociación Amigos del Patrimonio de Villamuriel
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